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Washington Heights, el barrio más ruidoso de Nueva York

Según un estudio basado en la cantidad de quejas sobre el ruido en el sector

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Washington Heights, el barrio más ruidoso de Nueva York

NUEVA YORK.- Washington Heights, el barrio dominicano de Nueva York y el sector con mayor población quisqueyana en el mundo aparece como el sector más ruidoso de la metrópolis según un cálculo basado en llamadas hechas por sus residentes al número de emergencias 311 que ofrece servicios generales en la ciudad.

El matutino en español El Diario/La Prensa publicó recientemente un estudio basado en la cantidad de quejas que los habitantes del Alto Manhattan (nombre dado en español al sector por los propios dominicanos) y en el que se determinó que el ruido es una de las querellas más sostenida y frecuente contra los escandalosos del área.

El sector compuesto por las áreas de Washington Heights, Inwood y Marble Hill, se extiende desde la calle 145 hasta la 207 y se sitúa entre los ríos Hudson al Oeste y el río del Este que bordean la ciudad.

Colinda con el tranquilo sector de Riverdale que corresponde a El Bronx donde residen mayormente judíos, italianos, irlandeses y americanos blancos.

En verano, se sufre lo peor de los ruidos que son producidos por el sonar de estridentes bocinas de cientos de vehículos, incluyendo taxis sin medallón, música a todo volumen tanto en apartamentos, casas como en establecimientos comerciales y discusiones a alta voz en transitadas intersecciones.

En los parques públicos del área, la situación no es diferente. A la "bulla" señalada, se le unen el paso de una línea elevada del tren 1 que da la sensación de sus aparatos estremecen hasta los cimientos de la tierra y las estructuras de los edificios.

Grupos de hombres y mujeres a todas horas del día y la noche se atrincheran con potentes radios en calzadas y frente a edificios incluso en los que no viven para crear un ambiente insufrible de escándalos y ruidos abiertos.

Por la cercanía, la altura y la composición física de las edificaciones, el ruido se multiplica a través de un eco virtual que se aprecia cuando los sonidos se esparcen. Docenas de motocicletas cruzan a altas velocidades las calles del vecindario y discusiones y pleitos se generan frecuentemente.

Muchos estacionan por las madrugadas sus carros con música al máximo volumen y a veces, por horas, dejan las puertas de sus vehículos abiertas. A los residentes de apartamentos cuyos dormitorios dan hacia las calles, se les hace casi imposible conciliar el sueño por las noches.

Cientos de ancianos enfermos no pueden disfrutar de la tranquilidad necesaria para mantenerse estables y en calma. Para la proximidad del 4 de julio de cada año, día de la independencia de Estados Unidos, miles de torpedos son explotados en las calles y una cantidad similar de fuegos artificiales inundan las calles.

Aproximadamente 15, 662 llamadas se hicieron entre junio y julio para reportar los ruidos excesivos en el vecindario y otras partes de la ciudad, pero las que procedieron del Alto Manhattan sumaron más del 90 de las quejas.

En el año 2002 la alcaldía lanzó un operativo en 24 puntos de la metrópolis que dio excelentes resultados, pero al programa no se le dio seguimiento y los ruidos han empeorado en los últimos años. Uno de los problemas principales es que mientras más gente llega, más ruido se suma.

Algunos residentes dicen que ya se han acostumbrado a los ruidos, pero siguen insistiendo en que el municipio debe asumir medidas para corregir la situación.

El domingo 10 de agosto y después de finalizado el desfile dominicano de Nueva York, cientos de criollos se posicionaron en las calles con vehículos, radios y crearon un ambiente anárquico que obligó al despliegue de agentes policiales de 10 cuarteles de la ciudad para sofocar intentos de disturbios especialmente en las avenidas Saint Nicholas y Amsterdam entre las calles 189 y 190.

Entre las calles, intersecciones, calles y avenidas más ruidosas figuran Dickman, Sherman, Post, 207, Décima, 174 y Audubon, 181 y Saint Nicholas, 184 y Brodway, las cuadras desde la 145 hasta la 190 y Broadway, Amsterdam, 177 esquina Broadway y la 196 y Fort George.

Cuando en algunas de esas arterias se producen entaponamientos vehiculares, parece que se vive en un manicomio virtual. La competencia entre quienes quieren demostrar que sus bocinas suenan más alto, es frenética. A todo esto, súmele 24 horas de sirenas de policías, bomberos y ambulancias que se escuchen varias cuadras de distancia a la redonda.