Ally Mena, con poder inusual en sóftbol femenino; en los planes de Fedosa para Tokyo-2020
Aquilino Rosario Báez
MIAMI. Con 5 pies seis pulgadas de estatura y un peso de 145 libras, la carta de presentación de Ally Mena es su poder, lo que la ha convertido en el terror para los lanzadores en los torneos colegiales del Estado de La Florida.
En el 2015 y 2016 fue seleccionada Jugadora Más Valiosa del torneo del Estado de La Florida, lo que no deja dudas de su juego. Un total de 15 cuadrangulares en 27 partidos en la temporada del 2016 es su mejor carta de presentación y lo que motivó que la Universidad de Misisipi se interesara por sus servicios como jugadora y le ofreciera una beca para completar sus estudios.
Al igual que la Universidad de Misisipi, Delvin Pascual, designado por la Federación Dominicana de Sóftbol como parte de su cuerpo técnico y responsable por la identificación de talentos en los Estados Unidos, hace los contactos y logra su integración al proyecto de selecciones nacionales, juvenil de cara al mundial de julio en Miami y de mayor rumbo a Tokyo-2020.
“La Federación Dominicana de Sóftbol (Fedosa), está comprometida con el remozamiento constante de nuestros equipos, en interés de lograr un mejor posicionamiento a nivel internacional”, sentenció el ingeniero Bautista, destacando la labor de Pascual, como técnico y busca talento del organismo.
Consideró que con el trabajo que se está haciendo en La Florida, donde Fedosa estableció su academia y concentración de las jugadoras radicadas en los Estados Unidos, “podremos presentar selecciones remozadas, motivando a cada atleta a esforzarse por mantener su puesto en los equipos nacionales.
Adelantó que el Comité Ejecutivo “azuzará” la realización de torneos colegiales en las categorías menores, “donde nuestros técnicos puedan ver y evaluar las futuras generaciones del softbol olímpico”, poniendo como ejemplo la labor de Pascual en el exterior.
El poner de Mena
Defensora de las paradas cortas, dice estar en capacidad de jugar en cualquier posición en el infiel.
No duda a darle el mérito por su poder Edward Mena y Rosa Mena, sus padres, quienes invierten varias horas diarias en una caja de bateo, orientando su swing, trabajando sus movimientos, detalles que han cobrado sus frutos en la fortaleza que muestra en cada partido.
“Sin su apoyo y sin la voluntad de Dios, nada sería posible”, indicó Mena al tiempo de señalar que “papá es el lanzador y mami recoge las bolas: son un equipo y les agradezco el empeño y el apoyo”, señaló que sluggers del combinado nacional.
“Realmente fue una gran experiencia ponerme el uniforme de mi país, saber que estaba representando la República Dominicana, estoy preparada física y mentalmente para el mundial juvenil de julio en Miami, el clasificatorio panamericano que será en agosto y los demás compromisos regionales que tenemos, hasta llegar a Tokyo-2020”, sentenció la juvenil jugadora.
Aquilino Rosario Báez
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