A Soto, Devers y Ramírez beneficiaría fin del “shift” defensivo
No habrá más de dos defensores de cada lado del cuadro
A partir de este 2023 Grandes Ligas mueve las piezas para que la ofensiva fluya más dentro del parque, tres décadas después de apostarlo todo al jonrón, al swing largo, sin importar cuantas veces te ponchara.
Es lo que busca con la eliminación de los shifts, esa estrategia a la que apelaban los equipos para mover la defensa del infield hacia la zona por donde más probabilidades de conectar tiene un bateador. Sobre todo los zurdos, y cuyo “abuso” de ese recurso llegaba al extremo de colocar hasta cinco hombres al lado derecho del cuadro.
Las nuevas regulaciones requerirán que los equipos tengan a los cuatro jugadores del cuadro dentro del límite exterior (un torpedero no puede exceder la segunda almohadilla y viceversa), con al menos dos a cada lado de la intermedia. Esto prohíbe los jardines de cuatro hombres y el cambio típico en los bateadores zurdos que se usó más de la mitad del tiempo entre 2020 y 2022.
Impacto en criollos
Los dominicanos Juan Soto, Rafael Devers y José Ramírez, el primero zurdo natural, el segundo un derecho que batea a la zurdo y el tercero un ambidiestro con la zurda como su fuerte ofensivo (promedio .295 de ese lado contra .236 a la derecha en 2022), pueden ser de los grandes beneficiados con esta nueva regla.
Cuando Ramírez llegó a la liga (2013) solo se realizaron 7,641 shifts o lo mismo que al 4.1% de las apariciones de los jugadores. La cifra no paró de subir de forma dramática y para 2022 alcanzó los 60,765 o el 33.6% según Statcast, la plataforma de estadísticas de última generación de la Major League Baseball.
La campaña pasada al antesalista de los Guardians le hicieron 464 shifts cuando bateó a la zurda en 494 apariciones para un 93.9%. A la derecha fue del 29.2% (171-50).
El wOBA o porcentaje de embasarse ajustado es considerado por la comunidad sabermétrica como la mejor forma de cuantifica la contribución ofensiva de un jugador al asignarle un valor al promedio de bateo, OBP y slugging que refleja las probabilidades de que este culmine en una carrera anotada para su equipo.
En 2022 la media de la MLB fue .310, los .380 tuvo la categoría de muy bueno y .400 excelente. Por debajo de .280 fue “horrible”.
A la zurda, con shifts, Ramírez tuvo un wOBA de .380 y cuando el contrario erró en no ajustarle la defensa lo disparó a .428. El banilejo, que fue cuarto en las votaciones al Jugador Más Valioso, es candidato a sacar provecho a esta brecha.
Los zurdos
A Devers le hicieron el ajuste defensivo en el 56% de las veces que se paró en el plato (333 de 596).
Hubo razón para enfrentar de esta forma al de los Red Sox puesto que cuando no se le hizo el acomodo su wOBA fue de .388, unos 34 puntos por encima de las veces que se le aplicó (.354).
El caso de Soto, al jardinero que empezó en Washington y terminó en San Diego se le intentó anular con movimientos en el terreno en el 59% de las veces que se paró en el plato (385 de 653). Su wOBA con shifts pasó de .366 a .393 sin él.
Vladimir Guerrero Jr., un derecho que domina el arte de batear por la banda contraria, la defensa solo le ajustó en el 7% de las 706 apariciones (50 veces). Con shifts tuvo un wOBA de .363 y sin este de .351.