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Apuesta suicida de pitchers con Winstrol

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Apuesta suicida de pitchers con Winstrol

SD. Israel Cuevas tenía 18 años cuando los Diamondacks lo reclutaron en 2012 por un bono tan pequeño que no mereció titulares, fue dejado libre, y los Rojos lo ficharon el mismo año. Tras pasar dos temporadas en la Liga de Verano (DSL en inglés) jugó dos en Estados Unidos antes de ser devuelto al país para 2016.

El 24 de agosto, Cuevas fue suspendido por 72 partidos por arrojar positivo al esteroide stanozolol. Al igual que este barahonero de 22 años, los otros 14 dominicanos que fallaron a esta prueba son lanzadores, se jugaban la continuidad cada día y firmaron por escaso dinero.

Miguel Medrano, de 21 años, agotaba su cuarta temporada (máxima que permite el circuito) con los Reales, y sabía que era su última carta. Su caso fue revelado el 16 de agosto, y su retorno a la academia en Boca Chica es incierto.

Esta sustancia está de regreso en la industria. La Major League Baseball reporta en su sitio en la web que en 2012 se alcanzó el pico con 33 casos, un año más tarde descendió a 13, en 2014 apenas aparecieron ocho, pero en 2015 subió a 18, y en lo que va de 2016 a 20.

Y es la DSL, la liga con más equipos en todo el sistema (42) y única fuera de la Unión Americana, la que presenta la mayor cantidad con 16 de ellas este año.

Víctor Conte, el famoso fundador del laboratorio BALCO, donde Barry Bonds, Marion Jones y Tim Montgomery enterraron sus legados con sus vínculos con las jeringas, considera una estupidez el uso del stanozolol.

“La pregunta es cómo es que piensan que pueden tomarlo y no arrojar positivo. Puede burlar un examen mucho más fácil con testosterona”, dijo Conte al diario New York Daily News en una entrevista.

De los 15 positivos dominicanos en la DSL hay tres que han sido despedidos y cuatro figuran en “lista restringida” por sus equipos.

Ángelo Almonte recibió la oportunidad de firmar este año a los 22, con los Diamondbacks. Con esa edad dominaba una liga de novatos (17-20 años) con sólo cinco vueltas en 27 entradas (1.67) y un WHIP de 0.78, además de ponchar 12 bateadores por cada nueve capítulos. La magia de este santiaguero terminó el 20 de julio, cuando se reveló que consumía stanozolol.

Pitchers ganan menos

El alto riesgo que se corre con los lanzadores por las lesiones a las que están expuestos, los convierte en la posición menos atractiva para recibir sumas considerables a la hora de firmar, lo que pone mayor presión para buscar ascender en una industria de evaluadores sin mucho tiempo.

De hecho, de 92 bonos de siete cifras que se han entregado en el país en 18 años, apenas cinco llegaron a las manos de lanzadores. Y el mayor de estos, Michael Ynoa, da razón a ser conservador.

Oakland dio US$4.2 millones por el puertoplateño en 2008, pero los problemas de salud demoraron su aterrizaje al Big Show hasta el 14 de junio pasado.

De las 78 suspensiones en Ligas Menores este año hay 56 que son lanzadores.

“Los equipos no quieren pagar por los pitchers, a pesar de que es la posición que más dominicanos tiene en las Grandes Ligas”, explicó un entrenador que pidió la reserva de su nombre. NPerez@diariolibre.com

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