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El bate de Yermín acelera su caída y en junio va en .132

Su titularidad está en peligro de no enderezar ante su debilidad defensiva

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El bate de Yermín acelera su caída y en junio va en .132

Cuando el 7 de mayo a Tony La Russa le preguntaron si veía espacio para un Albert Pujols que había sido colocado en waivers el dirigente de los White Sox dijo que no en un lenguaje diplomático, citando que en la posición de bateador designado tenía a Yermín Mercedes.

Han pasado 45 días desde entonces y Mercedes, que ya comenzaba a dar señales de bajar de la nube que trepó en abril, no ha hecho más que alertar en Chicago de que si hay un bateador designado disponible en el mercado antes del 30 de julio se debe considerar seriamente.

El romanense, que se montó en el vuelo de Arizona a Chicago a última hora en marzo como tercer receptor, logró una asombrosa línea ofensiva de .415/.455/.659 con cinco jonrones y 16 vueltas impulsadas en 82 apariciones, que hasta la mereció el premio al Novato del Mes para un pelotero que a los 27 años solo acumulaba un turno de experiencia en el Big Show.

Tal fue el capital que adquirió que en las votaciones para el Juego de Estrellas aparece con 225,843 sufragios, cuarto en la lista como DH. Tan alta la popularidad que un restaurante cercano al parque de los Medias Blancas bautizó como The Yerminator a una hamburguesa que vende.

Pero en mayo comenzaron las primeras señales de lo que los escuchas llaman “vuelta a la media” con .221/.292/.326, dos vuelacercas y 14 remolques en 95 visitas al plato. Desde entonces eso ha empeorado.

El receptor, que solo ha jugado en dos de los 66 partidos a la defensa, vive un junio de seria preocupación. En 53 apariciones su línea ha bajado a .132/.197/.151 con cuatro producidas. De los siete imparables solo uno ha sido extrabases (2B).

Así las cosas, su temporada se grafica en un promedio de bateo de .270, de embasarse de .324 y de extrabases de .404 con siete cuadrangulares y 34 producidas. Preocupante para un jugador con serias limitaciones defensivas, que tiene que batear.

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Licenciado en Comunicación Social egresado de la universidad O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde 2001.