Otra apuesta criolla de los Dodgers con Machado

SANTO DOMINGO. Con Pedro Guerrero como héroe ganaron la Serie Mundial de 1981 y en 2008 apostaron por Manny Ramírez antes del cierre del mercado de cambio tratando de frenar dos décadas sin levantar el trofeo, una jugada que funcionaba (.396/17 HR/53 CE en 53 juegos) hasta que cayeron en la Serie de Campeonato ante los eventuales campeones Filis.

Con Manny Machado los Dodgers vuelven a apelar por un bate criollo en su afán por terminar su más larga sequía de títulos desde que se movieron en 1958 del Ebbets Field en Brooklyn al Coliseo de Los Ángeles. Son 30 años en los que la novena californiano no ha capitalizado el talento de Mike Piazza, Adrian Beltré, Clayton Kershaw, Raúl Mondesí, Matt Kemp y tan pronto el fenómeno del campo corto Corey Seager se desmontó del curso al romperse el codo en abril el nombre de Machado se activó como opción para un equipo que llegó al séptimo partido de la pasada Serie Mundial.

Ya lo reconoció el dirigente de los Orioles, Buck Showalter, cuando con dolor lamentaba la salida de Machado, sobre el enorme potencial de este jugador, que desde octubre buscará un contrato en el rango US$200-US$300 millones.

Machado, de 26 años, batea .283, con 24 jonrones y OBP de .387 y 21 dobletes. Los Dodgers (53-43) lideran por medio partido el Oeste en una primera mitad en la que además de Seager han jugado gran parte del trayecto sin Kershaw.

Machado usará el número 8 en Chavez Rabine en lugar del 13 que había llevado en su espalda. El “número de la mala suerte” se queda en la espalda del utility Max Muncy.

Un cambio que le salió barato a los Dodgers. En 2015, Kansas City entregó talento por un Johnny Cueto que no retendría a cambio de una Serie Mundial que siempre figurará en las hemerotecas y colgará en el Kauffman Stadium.

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Nathanael Pérez Neró