¿Será Jean una apuesta Segura para interrumpir reinado Altuve?

SANTO DOMINGO. José Altuve pestañeó el lunes al irse de 6-1 (bajó tres puntos hasta los .347) y por 24 horas cedió el liderato de bateo a Jean Segura, que se fue de 5-2 (.349), en el mismo choque (Marineros 9, Astros 7).

Pero entre martes y miércoles el venezolano de Houston disparó cinco hits en ocho turnos, contra dos del dominicano en igual cantidad de apariciones, para llegar a la jornada de ayer mirando desde la cima al resto de bateadores en la Liga Americana (.353) contra .346 del torpedero de Seattle.

Altuve es el pelotero más pequeño activo (5’6 pies) -una pulgada menos que el futbolista Lionel Messi-, condición física que no le ha limitado para ser el más efectivo con el madero en las últimas tres campañas, en las que ha logrado tres coronas de hits y dos cetros de bateo (2014 y 2016).

Segura, en su regreso a la liga con Seattle, emerge como la principal amenaza para terminar con el reinado sudamericano. Altuve y Miguel Cabrera se han encargado de que la bandera bolivariana sea la única que aparezca a la cabeza del liderato desde 2011.

El banilejo José Ramírez (Cleveland) marcha tercero, lejos de la pelea con .324 y el lesionado puertorriqueño Carlos Correa (Astros) cuarto con .320.

El sanjuanero Segura no ha perdido el swing a pesar de dos visitas a la lista de lesionados que les han costado 30 partidos. La firma de una extensión de US$70 millones en junio tampoco ha distraído a este toletero, tampoco de gran estatura (5’10 pies).

En mayo, cuando estuvo activo el mes completo, bateó .358 y en julio trepa los .391.

Desde que Mateo Alou (1966) se convirtió en el primer quisqueyano en ganar el liderato hasta José Reyes (2011) que fuel el último son ocho los duartianos que se han llevado el galardón.

Melky Cabrera pudo lograrlo en 2012 (tuvo el promedio más alto en la Liga Nacional con .346, pero el líder fue Buster Posey con .336). El criollo renunció mientras cumplía una suspensión por dopaje a la apelación de la regla 10.22(a), que le hubiese otorgado la aparición necesaria para las 502.

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Nathanael Pérez Neró