Una nueva marca de jonrones que no encuentra una explicación de consenso

SANTO DOMINGO. Las Grandes Ligas asistió el martes a una nueva marca de jonrones en un curso a falta de 183 partidos cuando Alex Gordon, de los Reales, disparó el vuelacercas 5,694, dejando atrás el récord que databa del año 2000, cuando todavía no se hacían pruebas de dopaje.

Sobran las teorías de esta alza, sin que ninguna deje a todos satisfecho. A la fecha, la media de 2.53 jonrones por juego es un 9% más que la del curso anterior.

Ben Linberg y Rob Arthur, del sitio especializado en estadísticas Fivethirtyeight.com notaron un incremento en la segunda mitad de la pasada campaña y encontraron un aumento en la velocidad de las pelotas bateadas y ligeras diferencias .

El dúo tomó pelotas oficiales de 2014 cuando Bud Selig era comisionado y de 2015 cuando Rob Manfred llegó. Las bolas fueron enviadas al laboratorio de ciencias deportivas de la Universidad de Washington State y encontró algunas diferencias mínimas en el tamaño de las mismas, más livianas las más recientes, que podían moverse con menos oposición del viento.

El béisbol experimentó un cambio repentino y fundamental en las últimas temporadas - con un aumento de un 47% desde 2014 cuando la tasa de jonrón de la liga estaba en un mínimo de 22 años - que es alarmante o impresionante, dependiendo de su punto de vista.

Hay 110 jugadores esta estación que han alcanzado los 20 jonrones homer, una cortocircuito del expediente fijado hace un año.

Antes de las festividades del Juego de las Estrellas, el comisionado Rob Manfred se dirigió a la creciente especulación de que las pelotas de béisbol son “jugosas”, diciendo que sabe “con absoluta certeza” que las pelotas siguen dentro de las especificaciones requeridas.

Pero hay otras explicaciones. La llegada del sistema MLB Statcast ha suministrado a los jugadores una herramienta para evaluar qué tipo de batazos son menos probables de ser atrapados y como resultado de ello, los bateadores han encontrado formas para romper los cambios defensivos.

Conocer la velocidad de salida y la apertura del ángulo se ha convertido en un elemento que juega en el enfoque de muchos bateadores en el plato.

“Obviamente, los jugadores están tirando más fuerte”, dijo Kris Bryant , de los Cachorros. “Obviamente, las bolas están un poco taponadas”, respondió el primera base Anthony Rizzo.

La velocidad de los lanzadores se observa a menudo como la razón primaria. Son más grandes, más fuertes y tienen mejores planes de juego sobre dónde lanzar a los bateadores debido a la tecnología moderna. Bullpens que una vez fueron llenados con varios abridores fracasados y ahora se embalan con los relevistas de uno o dos-inning que todos lanzan en las altas 90 millas.

Nuevo enfoque

Un nuevo énfasis en “hacer daño” en el plato ha sido facilitado por la virtual desaparición del estigma una vez atado a los ponches, que muchos bateadores ahora consideran no es diferente de hacer de cualquier otro modo.

Eso es en parte en respuesta a la proliferación de lanzadores abrumadores - la bola rápida de cuatro costura media ahora promedia las 93 mph - pero también como manera de contrariar su dominación.

El número promedio de ponches por equipo por partido ha aumentado cada temporada desde 2005, de 6,3 a 8,25 actuales. No hay indicios de que la tendencia se revertirá.

Con 198 ponches hasta ahora, el novato de los Yanquis, Aaron Judge, tiene la oportunidad de borrar el récord de 223 establecido por Mark Reynolds en 2009. Sin embargo, Judge es el amplio favorito para el premio al Novato del Año de la Liga Americana y un fuerte candidato al MVP. Su récord de 37 juegos con un ponche recibió cierta atención, pero no tanto como su ráfaga de jonrones majestuosos.

Todos en el grupo

Hubo un tiempo en que los sluggers eran mayormente empleados por clubes de grandes nóminas, que podían permitirse pagarlos. Eso ya no es el caso.

Cuatro equipos entre los cinco primeros en la nómina –Cincinnati (26), Oakland (27), Tampa Bay (28) y Milwaukee (29) – figuran entre los primeros 10 primeros en jonrones.

En el 2000, cuando Kansas City, Marlins y Minnesota ocuparon el puesto 28, 29 y 30 en nómina, y 28, 30 y 26, respectivamente, en cuadrangulares.

Siete clubes están en el ritmo para establecer los récords de franquicia para los jonrones en una temporada. Cinco de éstos están en la mitad inferior de las nóminas del Día Inicial. DL

Diario Libre