VIDEO: Reciben como un héroe a Edwin Encarnación en Toronto

TORONTO . El dominicano Edwin Encarnación vestía colores distintos y jugando para el equipo que eliminó la temporada pasada a los Azulejos en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, pero eso no evitó que el tres veces convocado al Juego de Estrellas fuese recibido como un héroe en su regreso a la ciudad que él solía llamar hogar.

Antes de que los Indios cayesen por 4-2 ante los Azulejos el lunes, los fanáticos de Toronto le rindieron tributo a uno de los grandes jugadores que han vestido el uniforme del equipo canadiense, recibiendo a Encarnación con una ovación de pie mientras el toletero se dirigía a la caja de bateo en la segunda entrada. Cantos de “Eddie, Eddie” se dejaron escuchar en el Rogers Centre, el lugar donde el quisqueyano se hizo un nombre durante ocho temporadas, texto de MLB.COM.

Los fanáticos de los Azulejos son famosos por lo difícil que es predecir cómo se comportarán. Cada circunstancia es única, pero el puertorriqueño Roberto Alomar fue abucheado cuando regresó, Vernon Wells recibió una reacción mixta e incluso un favorito de la fanaticada como Brett Lawrie escuchó algunos silbidos cuando regresó por primera vez. Pero con Encarnación, nunca hubo dudas. A pesar de que se fue de forma voluntaria vía la agencia libre, la reacción del público siempre iba a ser fuerte y positiva.

“Estoy muy emocionado por estar de vuelta”, dijo Encarnación antes del juego. “No les voy a mentir, estoy muy emocionado de estar aquí. Esta es la ciudad que me abrió las puertas y me dio la oportunidad de tener la carrera que he tenido”.

Encarnación bateó una línea de hit que le pegó en el pie al lanzador de los Azulejos, Marcus Stroman, en su primer turno. Conectó otro sencillo en su segunda visita al plato en el cuarto episodio para poner corredores en las esquinas con un out, pero fue retirado luego en una doble-matanza.

El apoyo a Encarnación era evidente incluso un par de horas antes del juego. Cuando el veterano salió al terreno para la práctica de bateo, fue recibido con una ovación por parte del grupo de fanáticos a los que se les permitió entrar temprano. El aplauso aumentó cuando se abrieron las puertas al público general. También se vieron varios carteles dándole las gracias a Encarnación por sus años en Toronto y el rol que jugó en darle nueva vida a la franquicia.

Durante su tiempo en Toronto, Encarnación pasó de ser alguien que llegó a ser designado para asignación a uno de los bateadores de poder más consistentes de Grandes Ligas. Terminó con al menos 34 jonrones y 98 carreras empujadas en cinco temporadas consecutivas entre 2012 y 2016 y se le puede encontrar entre los líderes de la franquicia en casi todas las categorías ofensivas importantes. Encarnación, además, protagonizó uno de los momentos más icónicos en la historia de los Azulejos cuando bateó un jonrón de oro ante su compatriota Ubaldo Jiménez en el Juego del Comodín de la Liga Americana del 2016.

Pero si bien Encarnación recibió un montón de cariño durante su primer turno, el momento más sentido fue el tributo que le rindió en la pantalla gigante antes del encuentro. Mientras calentaba en el terreno, observó algunos de sus momentos más memorables con los Azulejos. Cuando terminó el homenaje, Encarnación se quitó la gorra como gesto de agradecimiento.

“Me hubiera sorprendido si no hubiese sido así”, dijo el manager de los Indios, Terry Francona. “De hecho, me hubiese sentido decepcionado. Hacer lo que hizo él aquí...puso unos números monstruosos. Y es tan buen muchacho. Nunca va a ser el más bullicioso del clubhouse, pero es muy buena persona. Sí, es agradable ver a la gente reaccionar así”.

Mucho se ha escrito de la separación entre Encarnación y los Azulejos durante la temporada muerta y cada parte tiene su versión de los hechos. Lo que se sabe es que los Azulejos le hicieron una oferta cercana a los cinco años y US$80 millones a Encarnación al comienzo de la temporada muerta. Encarnación decidió no aceptar en ese momento y en vez de esperar, los Azulejos retiraron la propuesta y firmaron al cubano Kendrys Morales.

Eso obligó a Encarnación a buscar un contrato en otro lado, y al final terminó en Cleveland con un pacto de tres años y US$60 millones. El del lunes fue su primer juego de regreso, pero no será el último, y en su mente es hora de que todo el mundo pase la página. Ha tomado un tiempo, pero él ya lo hizo.

“Me tomó un tiempo, unas pocas semanas para entender lo que pasó”, dijo Encarnación. “Fue difícil porque yo esperaba que la situación hubiese sido otra. Pero después de haber tomado los pasos necesario para asegurar mi futuro con los Indios, se hizo un poco más fácil. Esto es un negocio. Ellos hicieron lo que tenían que hacer, yo hice lo propio y me fui a donde había una puerta abierta para mí”.

Diario Libre