Randy Arozarena, el son se siente en MLB
Bienvenido Rojas
“El Son se fue de Cuba llorando de tristeza, se ha ido el manisero y también la bayamesa”. El autor de está canción es Luis María Frómeta Pereira conocido en el ámbito musical como Billo, nacido en la República Dominicana, pero que se inmortalizó en Venezuela. Billo viajó a Cuba y al parecer captó algo que le inspiró esta canción que ha sido un himno para el exilio cubano.
La presencia del habanero Randy Arozarena para los Rays de Tampa con su bate explosivo y oportuno ha llevado la cadencia del “Son” a las Mayores y hace recordar a estrellas cubanas de la estirpe de Minnie Miñoso, Rafael Palmeiro, José Canseco, Tany Pérez y Tony Oliva, con la cabeza mejor amueblada que Yoenis Céspedes y Yasiel Puig.
El bate de Randy Arozarena se ha mantenido al rojo vivo y ha pegado cuadrangulares en cada uno de los primeros tres juegos de la serie de división y ahora tiene 12 hits en 20 turnos. La mitad de esos hits han sido extra bases. Tiene cogiendo lucha y sudando al pitcheo de los Yankees.
¿Cómo pasó desapercibido Arozarena durante tanto tiempo?
La verdad es que Arozarena mostraba un talento prometedor, pero su historia creció en incrementos en lugar de apresuradamente. Era una estrella en ciernes en Cuba a los 19 años, pero le preocupaba no tener la oportunidad de prosperar, cuando Pinar del Río en el 2015 fue a la Serie del Caribe lo bajaron del avión por sospecha que desertaría. Su padre había muerto inesperadamente cuando era un adolescente, por lo que solicitó el permiso de su madre para escapar de Cuba en una pequeña balsa en 2015. Pasó ocho horas en el Golfo de México, orando por poder llegar a salvo. El infielder de los Rays, Yandy Díaz, quien también desertó de Cuba, dijo que vio tiburones bordeando la embarcación. Arozarena dijo que sólo vio tortugas y delfines. Sin embargo, el miedo fue el mismo.
Pasó un año jugando en México y obteniendo su papeleo para ser elegible para un contrato de MLB. Tenía 21 años cuando los Cardenales de San Luis lo firmaron por US$1.25 millones en el verano de 2016, lo que no es un cheque menor sin importar cómo se mire. Pero, para ponerlo en perspectiva, otros 13 jugadores cubanos firmaron por más dinero en los Estados Unidos ese verano, incluido Adrián Morejón, quien recibió US$11 millones de San Diego.
El avance se produjo en el verano de 2019, después de dos sólidas temporadas en ligas menores. Arozarena bateó .344 entre Doble-A y Triple-A, junto con 15 jonrones en 343 turnos al bate. Para ese invierno, los Rays estaban lo suficientemente enamorados como para cambiar a Matt Liberatore, quien era el mejor prospecto de pitcheo de la organización.
La temporada de Arozarena terminó cuando dio positivo por COVID-19 en el verano, pero estaba listo para llegar a las grandes ligas un mes después de regresar al campo y se ha robado el show.
UN DÍA COMO HOY: 1960, en una votación extremadamente cerrada (225 puntos contra 222), Roger Maris vence a su compañero de equipo de los Yankees, Mickey Mantle, por el JMV de la Liga Americana.
1973: Cincinnati cambia al jardinero Bobby Tolan y al lanzador Dave Tomlin a San Diego por picher Clay Kirby. Los tres tendrán años decentes con sus nuevos equipos.
1976: Los Atléticos de Oakland otorgan al futuro miembro del Salón de la Fama Billy Williams su liberación incondicional, poniendo fin a sus 18 años de carrera en las Grandes Ligas. Williams, quien pasó casi dos temporadas con los Cachorros de Chicago, se retira con 426 jonrones, 1,475 carreras impulsadas, 2,711 hits y un promedio de bateo de .290.
1982: Robin Yount, quien bateó .331 para los Cerveceros de Milwaukee y lideró la Liga Americana en hits (210), dobles (46) y porcentaje de slugging (.578), es una elección unánime como Jugador Más Valioso de la Liga Americana. El futuro miembro del Salón de la Fama captura los 27 votos del primer lugar superando fácilmente a los finalistas Eddie Murray y Doug DeCinces.
Bienvenido RojasCronista deportivo. Amante del béisbol y sus vivencias.
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