300 victorias, una marca en extinción

Ningún lanzador en el béisbol por ahora amenaza el número mágico de las 300 victorias de por vida, club cuya membresía es de 23 socios, donde dos de ese grupo Cy Young, 511 y Walter Johnson, 417 rompieron la barrera de los 400 triunfos.

El líder activo en victorias es Bartolo Colón con 234, con 44 años y somos los primeros en sentenciar por decreto que no, no ganará 300. Después de él está CC Sabathia con 225. Tiene 36 años, pero ha estado montado en el tobogán. En el 2013 obtuvo su victoria 200, pero Sabathia ha combinado un total de 20 victorias en sus últimas cuatro temporadas. Sin tener que leer el Taró tampoco CC llegará.

Ha habido 13 lanzadores desde la era de la “Bola Muerta” que han ganado 300 partidos. De 1920 a mediados de los 60, sólo tres pitchers - Lefty Grove, Warren Spahn y Early Wynn - lograron ganar 300. Después que Spahn se retiró en el ‘65, muchos dijeron que nadie volvería a ganar 300 juegos de nuevo. Pero el béisbol estaba cambiando. Se estaba convirtiendo en un juego de lanzadores. Seis futuros ganadores de 300 partidos comenzaron su carrera casi en ese momento exacto: Gaylord Perry, Phil Niekro, Steve Carlton, Don Sutton, Nolan Ryan y Tom Seaver. Todos ellos eran notables por dos cosas: lanzaban muchas entradas cada año y largas carreras. Ahí está la clave.

Mike Mussina, 270 victorias de por vida, se quedó a 30, lejos de la marca y pudo haber ganado 300 con algunos años más buenos, pero decidió colgar los spikes a la edad de 40 después de una temporada de 20 victorias.

Jamie Moyer también se quedó sin gasolina con 269 triunfos y 49 años cumplidos.

Andy Pettitte registró su victoria 250 en el 2013, pero había perdido un año para retirarse, y luego decidió anunciar su retiro a finales del 2013 con 256 triunfos, muy lejos de la marca.

Roy Halladay también estuvo entre los cinco primeros lanzadores activos por victorias, pero también anunció su retiro después de la temporada 2013 con apenas 203 triunfos.

Un día como hoy: En 1917, en Cleveland, el lanzador Babe Ruth lo relevan con un out en la sexta entrada y Boston vence 6×5 a Cleveland. Holland Leonard falló para preservar la victoria, pero de todas formar fue el ganador. Años después, las Grandes Ligas cambió el resultado y le otorgó a Ruth su octava victoria consecutiva.

1941, Joe DiMaggio, uno de los grandes símbolos de la época de oro del béisbol de los Yanquis de Nueva York, bateó un sencillo contra Eddie Smith, de los Medias Blancas de Chicago, para empezar su racha de 56 juegos consecutivos con imparables. El batazo de DiMaggio pasó desapercibido mientras los Yanquis perdieron, 1×3.

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