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Doble matanza y jugada de selección

Algunos relatores de béisbol han bautizado el “doble play” como el Ángel de la Guarda de los lanzadores

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Doble matanza y jugada de selección
Christian Bethancourt es puesto out en la intermedia, luego de un batazo de Gustavo Núñez para doble matanza. Isidro Rodríguez dispara a primera para completar la jugada. (CORTESÍA ESTRELLAS ORIENTALES)

La doble matanza y la jugada de selección son dos jugadas totalmente diferentes, con una distancia que podríamos señalar del cielo a la tierra. Y tomamos este tema porque escuchamos a unos colegas señalar que un doble play fue una “jugada de selección”.

Una doble matanza, es una jugada realizada por la defensa, durante la cual dos jugadores a la ofensiva son puestos outs como resultado de una acción continua, siempre y cuando no haya error entre un out y el otro.

Algunos relatores de béisbol han bautizado el “doble play” como el Ángel de la Guarda de los lanzadores.

Jugada de “fielder choice” o de selección, es la que un jugador del equipo a la defensiva decide poner out al corredor más adelantado en las bases y no aquel que puso en juego la pelota. Aclarado el tema.

CUATRO CORONAS VERDES: Si la historia de béisbol dominicano se escribiera con todos los hechos que han originado que sea el pasatiempo número uno, habría que reconocer la lucha titánica de sus pioneros y la aprobación de las coronas ganadas por los equipos desde su origen y para hacer valer la premisa las Estrellas Orientales tendrían cuatro coronas: 1936, 1954, 1967-68 y 2018-19.

En 1936, las Estrellas Orientales dirigidas por Enrique Mejía, consiguen su primer campeonato oficial al enfrentarse a los colectivos Santiago B.B.C., Tigres del Licey y Leones del Escogido.

El torneo de 1936 fue bautizado “Mayor Trujillo”, el trofeo Julia Molina en honor a la madre de Rafael Leónidas Trujillo, y el torneo se le dedicó a su hermano José Arismendi Trujillo (Petán).

El poeta de la crónica deportiva nacional, Miguel A. Peguero hijo (Ph), señaló en su columna “Con los spikes en alto”, edición del Listín Diario 21 de mayo de 1936, que “entre los factores que contribuyeron al triunfo Oriental había que incluir, primero: La proposición de Hostos Fiallo de permitir cuatro refuerzos a los macorisanos y tres a los demás clubes; segundo: Que los equipos capitaleños se durmieron en sus laureles, y tercero: La entrada de Tetelo Vargas al equipo Oriental”.

Y agrega “Ph” que “Tetelo Vargas constituyó siempre el símbolo, la insignia de almirante de la escuadra roja. Pero los magnates escogidistas olvidaron que Tetelo, buen padre, buen esposo y buen hijo, es un profesional. No queremos entrar en detalles delicados ni averiguar si, como se dice, el Escogido ofreció a su ídolo igual o mejor remuneración que Macorís. Tetelo, de todos modos, vistió el uniforme verde y su performance ha sido la de siempre: Decisiva”.

El domingo 10 de mayo de 1936 se inauguró un estadio en San Pedro de Macorís, bautizado como Oriente Park, en un terreno donado por José Armenteros y con el dinero recolectado entre los principales munícipes. Ese día hubo una doble cartelera matinal-vespertina entre Estrellas y Licey, donde los primeros ganaron ambos juegos ante una concurrencia de más de cinco mil fanáticos.

Recuerda Tony Piña que ese día, por primera vez, se efectuaron juegos en ciudades simultáneas, pues en la entonces Ciudad Trujillo jugaron Santiago contra el Escogido. La instalación petromacorisana fue rebautizada el día 22, cuando por iniciativa de la Casa Armenteros se instaló una placa que la nombraba Campo Deportivo Tetelo Vargas. El propio Tetelo jugó en el estadio con su nombre, caso único en nuestra historia.

Durante los siguientes años el equipo oriental se mantuvo en un letargo, hasta 1954 donde consigue ganar el campeonato de ese año en el Verano piloteado por Ramón Bragaña, seguido de otra corona en 1968 dirigidos por Tony Pacheco y en el 2019 por Fernando Tatis II.

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Cronista deportivo. Amante del béisbol y sus vivencias.