Ronny Mauricio y Elly De la Cruz, en “Modo Intocables”
Los jóvenes jugadores tienen promedio sobre los. 400
Los reportes de los expertos se quedan cortos en calificativos sobre la calidad que plasman en el campo de juego los “Misiles del Glorioso”: Ronny Mauricio y Elly de la Cruz.
Mauricio con promedio de .421 y De la Cruz con .406 se han convertido en una pesadilla para los lanzadores que accionan en el torneo Tomás Troncoso. Esta mutual entró al juego de ayer siendo co-lìderes de carreras remolcadas con 11 junto a Rodolfo Durán, de las Estrellas Orientales. Mauricio comanda el batallón de los hurtos con 5.
Ahora bien, hasta cuándo la feligresía añil gozará del aporte ofensivo de este dùo dinámico.
La pelota dominicana, lamentablemente se juega por nombres y status de ligamayoristas y por ahí están las voces de serenatas de Sergio Alcántara y Oneil Cruz esperando que el sol de la acción aparezca por la ventana.
Si mañana Alcántara, que està ya practicando recibe el okey para entrar en acción, a quién usted enviaría a la banca, a Mauricio, a De la Cruz, a Michael De León. Ese es uno de los motivos que rompen el trabajo en unidad de un conjunto, lo que los gringos llaman “Team Work”.
Pregúntele a cualquier fanático de los Tigres del Licey si quieren ver hoy a Mauricio o De la Cruz en la banca y no voy a revelar la respuesta, porque el béisbol, es un deporte del momento y recuerden que el Licey ganó en el 1958-59 con “Patico” Ramírez de receptor.
El béisbol es un deporte en el que los desvalidos siempre tienen una oportunidad y la amenaza de que la suerte de un equipo cambie está a la vuelta de la esquina, que no es el caso de Licey que ocupa la primera posición.
Mauricio y De la Cruz ya son materia de leyendas, en estos momentos mágicos de los 18 roquetes a las Águilas que no por pura chepa, son el resultado de un trabajo muy duro y planificación cuidadosa que no suceden de la noche a la mañana, pero a estos calientes jugadores los acecha el fantasma del “Modo Reemplazo”.
El béisbol es un deporte tanto individual como de equipo. El conjunto está formado por personas que, para que el equipo tenga éxito, deben realizar con gallardía sus propias tareas individuales. Nadie puede ayudar al tercera base a fildear un batazo fuerte por la línea y hacer un lanzamiento oportuno y preciso a la primera. No menos importantes son los aspectos de equipo del juego. Por ejemplo, en un toque, cada jugador defensivo tiene un papel que desempeñar, incluida la comunicación de información vital a otros jugadores.
No soy Ricardo Ravelo, presidente del Glorioso, ni Audo Vicente, gerente general, ni mucho menos José Offerman, manager, pero por el derecho que me confiere la “Libertad de Expresión” a Ronny Mauricio y a Elly de la Cruz los coloco en “Modo Intocables” sin la sombra de Elliot Ness.
En 1968, los Leones del Escogido, apoyados en el pitcheo del lanzador panameño Leslie Scott, derrotó al Licey 7-2 ante 13,420 fanáticos. Felipe Rojas Alou disparó 5 hits, 4 de ellos dobles para establecer un récord de 4 tubeyes en un partido.
En 1973, Graig Skok lanzó juego completo, dejando al Licey en cinco hits para darle la victoria al Escogido 3-0 ante 17,946 fanáticos.
En 1974, en el estadio Tetelo Vargas, Bruce Bochte anota en la quinta entrada la única carrera que necesitó el Licey para derrotar 1-0 a las Estrellas. Manuel Mota bateó de 4-2.
En 1984, José –Patón- Gómez, en un partido entre Águilas del Cibao y Caimanes del Sur, disparó en el cuarto episodio el primer jonrón del campeonato. Los Caimanes ganaron 6-5.
En 1986, los Tigres del Licey se enfrentan en el Estadio Hermanos Suárez, de San Juan de la Maguana, los Azucareros del Este, ganando con pizarra de 8x1.
En 1996, los Gigantes de Nordeste debutan en su sede y son derrotados 9x3 por los Tigres del Licey. Jay Payton, Licey, le conectó al zurdo Jesús Sánchez, el primer jonrón en ese estadio en un juego de béisbol profesional. Rafael Roque fue el pitcher ganador.