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El Mundial de Brasil elevó las expectativas sobre Costa Rica

RUSIA. Francisco Calvo tiene todo el derecho de alardear. Se gana la vida jugando en la MLS con el equipo de Minnesota. Es uno de los jóvenes talentos que han llegado de Centroamérica a la liga de fútbol profesional de Estados Unidos y Canadá.

Y es costarricense, lo que al menos por un aspecto coyuntural le permite repeler cualquier broma que quieran hacerle sus compañeros estadounidenses.

“Yo bromeo con algunos de ellos, me burlo un poco de ellos, porque Estados Unidos no avanzó al Mundial”, cuenta Calvo. “Pero ellos siempre me han apoyado cuando voy a la selección”.

Hace cuatro años, Costa Rica fue una de las mayores sorpresas de la Copa del Mundo. De manera impresionante se coló a los cuartos de final, pese a ubicarse en el llamado “Grupo de la Muerte” que incluía a Uruguay, Inglaterra e Italia. Sucumbió ante Holanda por penales, pero cumplió con el mejor papel de su historia.

Así, borró la decepción que significó para los ticos el no haberse clasificado para Sudáfrica 2010, y cambió la percepción sobre las alturas que puede alcanzar una selección de Costa Rica.

Tan sólo anclar en el Mundial no basta ya para los costarricenses. Con otro buen desempeño, Costa Rica, un país de cinco millones de habitantes, podría consolidarse con México como uno de los dos grandes de la CONCACAF, tomando en cuenta el tropiezo que dejó a Estados Unidos sin invitación a Rusia.

“El fútbol lo es todo en Costa Rica”, aseveró Calvo. Pero ahora hay expectativas como nunca antes en las cuatro apariciones anteriores del país en un mundial. Cuando la selección nacional gana, el país está contento, cuando pierde, el país no está contento. No pueden imaginarse lo que fue después de Brasil, cuando los jugadores volvieron del Mundial”.

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Infografía
Francisco Calvo, de la selección de Costa Rica, controla el balón durante un partido amistoso ante Bélgica, el lunes 11 de junio de 2018, en Bruselas. (AP/GEERT VANDEN WIJNGAERT)

Las victorias sobre Uruguay e Italia antecedieron a un empate con Inglaterra, que significó el boleto a octavos de final, donde Costa Rica superó a Grecia por penales. Otra tanda desde los 12 pasos truncó el sueño de colocarse entre los cuatro mejores.

Pero la historia de Costa Rica fue una de las más alentadoras en Brasil 2014.

“Hemos ganado más respeto de otros países, que ahora conocen a Costa Rica”, valoró el zaguero Kendall Watson. “Antes decían ‘¿Costa Rica, eso dónde queda?’ Ahora lo saben”.

Ello representa también un problema. Los rivales tienen ahora más precaución con Costa Rica, y los aficionados no se conformarán ya con una sola victoria o con avanzar más allá de la fase de grupos en el Mundial.

“Sabemos la responsabilidad que tenemos después de lo que conseguimos en Brasil”, destacó el delantero Marco Ureña. “Va a ser una gran prueba para nosotros, pero tenemos un grupo con mucha experiencia mundialista y eso sirve. No dudo que Costa Rica va a hacer un gran Mundial”.

El grupo en esta ocasión tampoco luce fácil, con Serbia, Suiza y Brasil. Los ticos abren su participación el domingo, frente a los balcánicos en Samara.

Costa Rica llega a Rusia con uno de los planteles más veteranos. Más de la mitad de su plantilla está integrada por jugadores que participaron en la gesta de 2014, incluido el arquero Keylor Navas, del Real Madrid.

“Tenemos una ventaja, porque contamos con muchos jugadores experimentados... que jugarán su segundo Mundial”, agrego Ureña. “Sabemos ya lo que es esto”.

Hay también incorporaciones jóvenes, principalmente desde clubes de la MLS. Seis ticos juegan actualmente en esa liga, incluido Ureña (LAFC), Calvo (Minnesota), Watson (Vancouver), David Guzmán (Portland), así como Ronald Matarrita y Rodney Wallace (NYCFC). El técnico Óscar Ramírez visitó a cada jugador en su club antes de la Copa del Mundo.

En momentos en que la MLS trata de deshacerse de su reputación como un centro de retiro para jugadores cuyos mejores días han pasado, los ticos son un ejemplo de la forma en que llegan jugadores jóvenes a la liga, principalmente de América Central y del Sur. La selección panameña cuenta también con seis jugadores de la MLS.

Guzmán considera que su emigración a Estados Unidos mejoró sus posibilidades de llegar a la selección mundialista.

Ahora quiere aprovechar la oportunidad.

“Justo ahora, nos enfocamos realmente en nuestros preparativos y tratamos de mantenernos en forma, tanto física como mentalmente”, explicó. “Tenemos un grupo muy difícil, así que tratamos sólo de avanzar a la siguiente ronda. Jugar el Mundial es lo mejor, el sueño de todo futbolista es jugar acá”.

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