El fútbol de República Dominicana puede tocar hoy el cielo en La Habana

Si el baloncesto tuvo su 11 de septiembre y el voleibol su 17 de agosto, entonces el fútbol dominicano puede hacer del 17 de noviembre el día que, por más conquistas que lleguen a posteriori, nunca se olvide.

El 11 de septiembre de 1977, el quinteto masculino de Hugo Cabrera, Iván Mieses y Vinicio Muñoz derrotó al anfitrión Panamá y se aseguró la medalla de oro del Centrobasket y la clasificación para el Mundial del año siguiente. El 17 de agosto de 2003, el sexteto femenino criollo con Milagros Cabral, Cosiris Rodríguez y Yudelkis Bautista derribó la muralla cubana (que venía de ganar su tercer oro Olímpico en fila) y logró su primer título de los Juegos Panamericanos, el partido que nunca ha desaparecido del iris del público criollo.

Esta tarde (3:30) el onceno nacional masculino dominicano se juega en Cuba el pase a la Copa de Oro 2019, el principal torneo de selecciones que se disputa en la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe (CONCACAF) y uno en el que el país nunca ha estado.

El Estadio Pedro Marrero de La Habana acogerá el encuentro correspondiente a la Liga de Naciones. Los criollos marchan séptimos entre 34 países en una fase que otorga boleto a los primeros 10, gracias a la ampliación de equipos en la Copa de Oro, de 12 a 16.

Cuba va cuarto con seis puntos en dos partidos como los quisqueyanos, pero con un mejor diferencial de goles, +13 contra +8 de los criollos. Tras el choque de hoy, los dominicanos cierran de local en abril ante el débil Bermudas, de ahí que un resultado favorable hoy en tierra de José Martí los deja a las puertas de jugar en el mismo torneo que México, Estados Unidos, Costa Rica y Honduras.

Los dominicanos también necesitan puntuar en sus aspiraciones para ingresar a la zona de clasificación directa de la Liga A, a la que acceden los seis mejores.

Nathanael Pérez Neró