×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
Redes Sociales
Rusia 2018
Rusia 2018

VIDEO | Israel-Argentina, un partido polémico desde el principio

JERUSALÉN. La anulación del partido de fútbol amistoso entre Israel y Argentina pone fin a un encuentro polémico desde el principio, y que el gobierno israelí quería convertir en un evento de alcance internacional coincidiendo con el 70º aniversario de la creación de su Estado.

Lionel Messi no estará finalmente el sábado en Jerusalén paraa jugar su último partido con la selección albiceleste antes del Mundial de Rusia. La intensidad de las reacciones reflejan la decepción en Israel que, sin ser una potencia futbolística mundial, tiene miles de aficionados a este deporte.

El tono político de las reacciones, desde el presidente hasta los líderes de la oposición, revelan que el partido iba más allá de lo estrictamente deportivo.

Para Israel, la visita de la selección argentina y sus estrellas tenía que ser un motivo más de júbilo en 2018, a falta de poder participar en el Mundial de Rusia, para el cual quedó eliminado.

Israel está celebrando este año por todo lo alto el aniversario de su proclamación de independencia, en 1948. En mayo, logró una gran repercusión internacional con la celebración de la etapa de salida del Giro de Italia, una de las grandes carreras ciclistas del mundo.

Y en mayo celebró como un momento “histórico” la apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén, con lo que Estados Unidos reconoce ‘de facto’ la ciudad santa como capital israelí, frente al rechazo de los palestinos, que quieren convertir a Jerusalén Este en la capital de su futuro Estado.

Israel está promoviendo su imagen internacional y defiende lo que considera una legítima defensa contra los apoyos de la causa palestina y contra la campaña global de boicot económico, cultural o científico.

Para hacer llegar a la selección albiceleste, la compañía privada Comtec, organizadora del partido y que ya se ocupó de la etapa del Giro, iba a pagar entre dos y tres millones de dólares, en función de si Messi jugaba o no, indicaron medios argentinos.

Pero desde el principio el encuentro estuvo rodeado de polémica, tanto en lo deportivo como en lo político.

En lo deportivo muchos se preguntaron si era bueno para los futbolistas argentinos hacer escala en Israel rumbo a Rusia, en plena preparación del Mundial.

Por su parte, los palestinos denunciaron un partido que consideraban un “instrumento” de la política israelí.

- Originalmente sería en Haifa -

La polémica creció cuando la ministra de Deportes israelí, Miri Regev, responsable de organizar el partido, y aparentemente sin que hubiera participación de la federación de fútbol, lo desplazó de Haifa a Jerusalén, 150 kilómetros más al sur, en el corazón del conflicto con los palestinos.

Regev, una de las personalidades del gobierno de Israel, el más a la derecha de su historia, es una acérrima defensora de Israel y de Jerusalén (como su capital) contra lo que considera ataques desde el exterior a la soberanía nacional.

La ministra reconoció que su ministerio había pagado 2,5 millones de séqueles (unos 598.000 euros) para que el partido se jugara en Jerusalén.

“Jerusalén se merece cada séquel” que se gasta, dijo el lunes Regev, una antigua portavoz militar, en declaraciones a la radio.

Sin embargo, el estatuto de Jerusalén sigue siendo fuente de conflicto y el 14 de mayo, cuando se inauguró la embajada de Estados Unidos, al menos 61 palestinos murieron por disparos del ejército israelí en la Franja de Gaza.

La venta de entradas del partido Israel-Argentina también provocó polémica.

De las 31.733 localidades con que cuenta el estadio Teddy de Jerusalén, sólo 20.000 se habían puesto a la venta y, a pesar de la enorme demanda, las restantes se repartieron arbitrariamente.

Shelly Yachimovich, una diputada de la oposición laborista, incluso preguntó si la ministra Reguev había condicionado el apoyo financiero de su ministerio a aparecer dando la mano a Messi ante las cámaras.

Pero ella lo desmintió. “Esperemos que llegue Messi y ya veremos a quién da la mano”, dijo.

Israel, un largo historial de polémicas en el deporte

Entre reacciones de hostilidad contra sus deportistas y boicots, la situación de Israel en el mundo del deporte ha generado distintas polémicas, como la de la anulación del partido amistoso de fútbol contra Argentina, que debía disputarse el sábado en Jerusalén.

Un país deportivo ‘europeo’

En el conjunto de las disciplinas, Israel está unido actualmente a las distintas confederaciones europeas, cuando geográficamente el país se encuentra en el continente asiático.

No es el único país que se encuentra deportivamente con equipos de otro continente. Es algo que ya ocurre con algunos países del Cáucaso (Azerbaiyán y Georgia), geográficamente entre Europa y Asia, una situación similar a la de Turquía, dividida entre dos continentes.

Australia disputa desde hace más de una década las eliminatorias de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) y no las de Oceanía.

Otro caso es por ejemplo Surinam, país sudamericano que forma parte de la Concacaf, la Confederación de Fútbol de América del Norte, Central y Caribe.

En el fútbol, Israel formó parte de la Confederación Asiática de 1954 a 1974, acogiendo incluso la Copa de Asia en 1964.

El país fue excluido de la AFC en 1974, cuando varios países de Oriente Medio boicotearon en varias ocasiones partidos debido al conflicto israelí-palestino.

Desde 1994, Israel se adscribió a la UEFA, la confederación del fútbol europeo, y disputa las eliminatorias para el Mundial contra los equipos del ‘Viejo Continente’. Los clubes israelíes disputan también la Liga de Campeones y la Europa League.

Hostilidades repetidas

El judo, una disciplina olímpica de gran importancia en Israel -cinco medallistas en Juegos Olímpicos desde 1992-, ha sido habitualmente escenario de tensiones.

En los Juegos de Rio-2016, el egipcio Islam El Shehaby perdió en el tatami contra Or Sasson.

Después se negó a estrecharle la mano a su adversario israelí, faltando a una norma no obligatoria pero considerada de importancia para el ‘fair play’ en un deporte que respeta mucho los aspectos formales. El Comité Olímpico Egipcio condenó el gesto de su deportista.

A finales de octubre de 2017, los judocas israelíes participaron en una prueba en Adu Dabi con kimonos que no mostraban las letras “ISR” de su país y el himno de Israel no sonó durante la ceremonia del podio de Tal Flicker (66 kg). Eran condiciones impuestas por los organizadores del emirato para permitir la participación israelí.

Fuera de los tatamis, las piscinas han vivido también olas de tensiones: en el Mundial de Shanghai en 2011, el iraní Mohammad Ali Rezaei rechazó había rechazado participar en su serie de los 100 metros braza ya que el israelí Gal Nevo estaba en una calle vecina a la suya.

En las pistas de tenis, el tunecino Malek Jaziri no había podido enfrentarse en octubre de 2013 al israelí Amir Weintraub en un torneo debido a presiones “políticas” según Emir Jaziri, mánager y hermano de Malek.

La Federación Internacional de Tenis (ITF) había decidido suspender a Túnez de la Copa Davis para la temporada 2014, estimando que la Federación Tunecina había pedido a Malek Jaziri que no disputara el partido.

Organizador discutido

En 2013, la UEFA organizó la Eurocopa Sub-21 en Israel, una decisión asumida por el presidente de entonces en la organización, el francés Michel Platini.

“Israel es una asociación europea y tiene los mismos derechos y las mismas obligaciones que las otras 53 asociaciones nacionales europeas”, había estimado Platini en el último día de la competición.

Unos sesenta jugadores, entre ellos el belga Eden Hazard, el marfileño Didier Drogba o el francés Steve Mandanda habían pedido en 2012 a la UEFA que retirara la organización del torneo a Israel, después de una ofensiva israelí en la franja de Gaza a mediados de noviembre.

En ciclismo, la salida del Giro de Italia desde Jerusalén en mayo se vio acompañado de grandes polémicas.

Durante la presentación del recorrido a finales de 2017, los organizadores habían utilizado la apelación “Jerusalén Oeste”, retirada luego por la presión de Israel, que estima que esa fórmula implica una división de Jerusalén entre “Oeste” y “Este”. Las autoridades israelíes consideran que la ciudad está “reunificada” desde 1967, con la anexión de Jerusalén Este.

El Giro de 2018 coincidía con el 70º aniversario de la creación de Israel y ha sido uno de los mayores eventos deportivos nunca acogidos por ese país.

TEMAS -