La estructura de las “Reinas del Caribe” enfrenta el reto de seguir más allá de Marte

El concepto de eternidad proviene del latín “aeternitas” y está ligado a la inmortalidad, de alguna manera. El ser humano por más que busque prolongarse en el planeta está destinado a desaparecer en una hora y fecha determinada. Por ese proceso pasará el presidente del proyecto de Selecciones Nacionales Femeninas (Senafe), Cristóbal Marte. De hecho también yo estoy en esa lista, para antes o después del “Almirante” Marte.

Pero qué sucederá con el proyecto Senafe cuando no esté el “único Almirante inmortal” del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Sin enumerar las mayores, 573 niñas pertenecen al Senafe.

Para evitar que caiga todo un andamiaje que él ha levantado por más de 20 años, Marte ya tiene el plan establecido. Todo el proyecto pasará a manos de figuras notables del voleibol, sus hijas, en sentido figurado.

“Ahí está la respuesta. Ya te indiqué lo que va a pasar, hemos formado esa Fundación precisamente para eso. Porque nadie es eterno”, explica Marte (67 años).

La entidad lleva por nombre “Fundación Dominicana de Voleibol” (Fundovoli), la cual ya está registrada en la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial del Ministerio de Industria y Comercio, bajo el número 463865. El certificado de Fundovoli fue emitido el 8 de mayo de 2017 y lo firma la directora de Signos Distinvos, Michelle Marie Guzmán Soñé.

La Fundovoli tiene su núcleo directivo, según el deseo de Marte Hoffiz, que podría ser ampliado. “Ahí está Cosiris Rodríguez, Milagros Cabral, Prisilla Rivera, Evelyn Carreras”, enumera Marte.

¿Los fondos?

El proyecto de selecciones femeninas tiene gastos fijos significativos. Al año, en sentido general, puede dispararse sobre los 40 millones de pesos.

Por ejemplo el pago de la nómina “del Proyecto Nacional de Voleibol Femenino de la República Dominicana” correspondiente al mes de febrero 2019 fue por “suma total de D$755,950.00 (700, 55 mil, 950 pesos) a fin de cubrir el pago de los viáticos de las atletas, entrenadores, personal técnico y de apoyo del Proyecto Nacional de Voleibol Femenino de la República Dominicana”, registra un documento oficial del Senafe.

El pago de transporte escolar para las niñas ronda los RD$14,060.00, pero para aquellas que estudian en el centro educativo Metas se suman RD$170,850.00 y el costo de los entrenadores brasileños, cuatro, puede alcanzar el millón de pesos.

¿Cuando Marte no esté, cómo se manejará eso?

Él ofreció la respuesta:

“El día que yo no esté, hay unos fondos especializados para eso”, dijo Marte, además de que la Fundovoli está llamada a recibir desembolsos por la característica para la que fue creada, que es “entidad sin fines de lucro, dedicada a fomentar y promover el desarrollo del voleibol, así como dar soporte al programa de Selecciones Nacionales de Voleibol”.

Marte señala que ya hay una estructura formada, con base en el trabajo que se ha hecho desde el año 1990 a la fecha y que “ese trabajo, esa plataforma es sólida, tan sólida como son las Reinas del Caribe”.

La capacidad gerencial de Marte lo ha llevado a ser vicepresidente de la Federación Internacional de Voleibol, al punto de que en el escenario internacional se le considera presidenciable para esa institución.

Pero él no alberga duda sobre el manejo de la herencia que dejará a su familia del voleibol.

“Al contrario, lo van a hacer mejor que yo, oiga que se lo digo”, afirma Marte.

Carlos Sánchez G.

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Amante del deporte en todas sus dimensiones. Confiado en que la base del deporte debe de ser desde la escuela. Ha cubierto Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe.