Las Antillas se sienten poco o nada en el podio de las Olimpíadas

santo domingo. Se ha repetido en varias ocasiones, lo ha dejado escapar alguna vez el presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luisín Mejía, un podio de República Dominicana en unos Juegos Olímpicos es un atrevimiento.

El comentario viene por la distancia en todos los sentidos que las naciones poderosas le llevan a Dominicana.

Casi sin querer ese comentario se refleja para lo que son los países de las Antillas, que en el podio olímpico, no sólo de Río 2016, sino históricamente, poco o nada han aportado al medallero olímpico.

Sin incluir estos Juegos, las Antillas (Bahamas, Barbados, Bermuda, Cuba, Dominicana, Granada, Haití, Jamaica, Antillas Holandesas y Puerto Rico) acumulan 99 medallas de oro, 105 de plata y 105 de bronce (308 en total), tomando en cuenta que Cuba (72-67-70) generan el mayor aporte.

Mientras, Antigua y Barbuda, Aruba, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Turcos y Caicos, todavía sueñan con subir a un podio olímpico.

Cuba, Jamaica y P.R.

De los países antillanos, cuando ayer se cumplieron los primeros nueve días en que se disputaba medalla, sólo Cuba (un oro, una plata y tres bronce), Jamaica (1-0-1) y Puerto Rico (1-0-0) se lucían en el podio, faltando algunas competiciones como la final de los 100 metros en que competía Usain Bolt.

En el cuadro de medallas que exhibe la página oficial de los Juegos, los países de América han conquistado el 20 por ciento de las medallas disputadas, Europa tiene el 46 por ciento, Asia el 25 por ciento, Oceanía y África con el 6 y el 3 por ciento respectivamente. De ese 20 por ciento de América, las Antillas ofrecen ocho preseas.

El técnico Tony Mesa tiene una explicación del por qué de esa separación tan abismal entre los países antillanos, con respecto a los del resto del continente y el mundo. “El nivel de desarrollo social y económico en los países se extrapola al desarrollo deportivo, pero sobre todo hay que ver una cosa, a veces los niveles de competencia que se hacen en el Caribe no se pueden comparar con Europa”, analiza Tony Mesa.

Todo realidad ese punto, tan así, que atletas europeos eliminados en sus distintas confrontaciones, serían grandes representantes de las Antillas si se les diera el permiso. En un mundo ideal, claro.

Tal como en un mapa mundi, en que los países antillanos se observan como puntitos casi imperceptibles, lo mismo ocurre cuando se busca a estas naciones en el medallero.

A todo eso también se suma lo que es la tecnología en el deporte y la condición de las instalaciones, algo de lo que muy poco pueden lucirse las naciones antillenses. Basta con ver que fuera de atletismo, balonmano y natación, ningún pabellón tiene gimnasio propio.

¿Qué entiende usted hace falta para mejorar el desarrollo deportivo ?

Trabajar más en las ciencias aplicadas al deporte, en la capacitación de los entrenadores y un buen proceso de preparación.

¿Cómo ve el papel de los países antillanos y de la zona del Caribe?

De los países del Caribe los que más progreso están teniendo son los que han organizado un plan de desarrollo deportivo, como es el caso de Colombia.

¿Qué entiende ha pasado con RD?

Nosotros, que hemos tratado de mejorar en los niveles organizativos, todavía estamos un poco lejos, porque debemos mejorar a nuestros entrenadores y la focalización de los deportes.

¿A qué se refiere con ese punto último?

No podemos creer que todos los deportes tienen la condición para estar en un nivel tan alto. Colombia le dio prioridad a un grupo de deportes que tenía posibilidades de medallas desde los Panamericanos, ahí comienza para ellos a estructurarse la fase olímpica. Nosotros tenemos que cerrar más la inversión hacia aquellos que tienen más posibilidad.

Carlos Sánchez G.