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Vicbart Geraldino: “Todo lo que tengo hoy se lo debo al judo”

SANTO DOMINGO. No fue hasta que llegó la llamada del presidente del Pabellón de la Fama, que José Vicbart Geraldino sintió la real emoción de ser escogido para la inmortalidad del deporte dominicano. Será exaltado el próximo 11 de noviembre.

Geraldino, un exjudoca que tuvo una carrera meteórica, pero que por un momento se vio detenida por situaciones con la federación de su deporte, entonces presidida por Jaime Casanova. Aún así tuvo tiempo para llenar de méritos su recorrido y en consecuencia recibir el premio a la inmortalidad. “Ese es el sello que le pone la sociedad al trabajo que uno hace como atleta”, dijo Geraldino al ser entrevistado en la Academia que lleva su nombre.

“Cuando el señor Dionisio (Guzmán) me hizo la llamada, me vino a la mente todo el trabajo, todo el empeño, todos los sacrificios que pusimos, no solamente por ganar medallas, sino por defender a otros atletas”, señaló el exatleta.

Al detallar sus logros recuerda como “el más dulce” ser el primer campeón panamericano en la historia del judo, hazaña que realizó en Montevideo, Uruguay, 1999. Allí ganó medalla de oro en la categoría de los 90 kilos y plata en la categoría libre.

Además, también es dos veces medallista de oro en unos mismos Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador 2002, en su división de los 90 kg y en la abierta, para ser el único judoca en conquistar esos lauros.

Si tuviera que elegir nueva vez “el judo 100 veces”, sería el deporte por el que se inclinaría. “El judo se extrapola mucho a la vida diaria, es una mímica de la vida diaria y todo lo que yo tengo hoy, como profesional, como esposo, como padre, como amigo, se lo debo a esa filosofía del judo”.

¿Y ahora?

Geraldino dirige su academia, pero además se graduó de fisiología del ejercicio, único con esa rama en el país, según resalta.

En la academia realiza las dos labores, la enseñanza de su deporte, así como recuperación o rehabilitación física a atletas, exatletas o ciudadanos comunes. “El judo no tiene para mí remuneración económica, ni de ningún tipo, solamente espiritual”, dijo. “Lo que yo aprendí, tengo que traspasarlo. La filosofía del judo es muy interesante”.

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