Raudy Torres Pepín

A este chef mediático le crecen cada año partes delanteras y traseras como si en un derroche de hechicería consiguiera que la levadura que tanto le da la mano en la cocina hiciera la metamorfosis deseada. Es uno de los más populares -o puede que el más- Roba la Gallina del país. Y no por casualidad.

Desde que comenzó a representar el personaje, hace más de 20 años, se toma el trabajo muy en serio, para provocar la gracia sin límites que le ha cosechado premios y aplausos y hasta idolatría. Raudy no esconde el orgullo del éxito alcanzado y reconoce que sin el arquitecto Federico Izquierdo, y las costureras Lourdes Núñez y Brunilda Rodríguez, no podría concebir cada año los trajes que hacen de esta doña gallina de carnaval personaje central de los desfiles. El afán conjunto comienza por la selección de los tejidos y culmina con el paseo cadencioso por las calles de Santiago, Santo Domingo, Bonao, Punta Cana, Mao y otras ciudades, además de fiestas privadas. La contentona gallina pedilona que representa Raudy es también un homenaje histórico a Mochila, una legendaria Roba la Gallina santiaguera a la que el entonces niño vio durante sus años más tiernos robarse la atención en los carnavales de la Ciudad Corazón. La de Raudy -él mismo lo precisa con orgullo- no es una Roba la Gallina harapienta. Las telas y los diseños revelan su ascendencia de alcurnia, aunque guarde las formas y siga serpenteándose sin reparos. ¿Qué nota le pondría su tía, doña Ercilia Pepín?