Rocco Baldelli, parece un náufrago apartado del mundo
Cuando llegó a las Mayores era proyectado como gran jugador

St. Petersburg, Florida. Con una espesa barba que cubre su cada vez más desgastado semblante, Rocco Baldelli parece un náufrago apartado del mundo que conoció.
Esto no es casualidad. El otrora joven y vibrante estelar jardinero de Tampa Bay pasó durante los pasados dos años un drama surrealista, mientras una misteriosa enfermedad celular lo ha dejado exhausto, incapaz de correr o hacer un 'swing', e inseguro de si podrá siquiera llevar una vida normal.
Sus sueños de fanático de Joe DiMaggio, al que recordó cuando se convirtió en un novato sensación en el 2003, dieron paso a pesadillas como las de Lou Gehrig.
"Mi cuerpo no es capaz de hacer lo que quisiera que hiciera, o lo que podía hacer un par de años atrás", se lamenta Rocco Baldelli. que ha podido recuperarse al punto de que, en medio de una batalla para ganar el banderín de la División Este de la Liga Americana, fue activado y puesto en juego.
Pero regresará a sus 26 años, resignado a que probablemente nunca volverá a ser el atleta que fue. "Mi cuerpo no es capaz de hacer lo que quisiera que hiciera, o lo que podía hacer un par de años atrás", dijo Baldelli, quien fue activado hace unas semanas y en 46 turnos tiene 15 hits para un promedio de .326.
"No sé si podré"
"No sé si podré hacer una carrera nuevamente. Por mucho tiempo tuve problemas hasta para hacer swings en la práctica de bateo. Estaba pensando: 'Esto es horrible. ¿Cómo voy a poder hacer esto? ¿Cómo voy a poder volver a jugar béisbol?". El cansancio crónico y calambres musculares dejaron a Baldelli fuera de acción por la mayor parte de la pasada temporada. Para el final de la temporada, su condición era exasperantemente misteriosa. Baldelli no podía correr sin que sus 'hamstrings' se sintieran como si se iban a partir en dos; se despertaba y prácticamente no podía moverse porque los músculos de sus piernas se paralizaban; y el más mínimo calentamiento lo dejaba tan agotado que ni siquiera podía hacer un swing.
La falta de respuestas se llenó con especulación compartida por ejecutivos del equipo y por el propio Baldelli de que podría sufrir de esclerosis múltiple o esclerosis lateral amiotrópica, comúnmente conocida como la enfermedad de Lou Gehrig.
"Temimos por su vida ya que nadie sabía de qué se trataba", dijo el actual jardinero central de los Rays, B.J. Upton.
Baldelli añadió, "lo pone a uno a pensar en muchas cosas en las que antes no pensaba".
UNA TEORÍA
El pasado noviembre, surgió una teoría plausible: enfermedad mitocondrial, un trastorno en el que las células no convierten adecuadamente los nutrientes y el oxígeno en adenosín trifosfato, que produce energía. Esta condición mayormente genética, que obligó al ciclista Greg LeMond a retirarse en 1994, puede aparecer en cualquier edad y comparte algunas características de enfermedades comúnmente asociadas al envejecimiento, como el mal de Parkinson, según el sitio cibernético de la Clínica Cleveland. La historia de Baldelli es un caso muy especial.
Esto no es casualidad. El otrora joven y vibrante estelar jardinero de Tampa Bay pasó durante los pasados dos años un drama surrealista, mientras una misteriosa enfermedad celular lo ha dejado exhausto, incapaz de correr o hacer un 'swing', e inseguro de si podrá siquiera llevar una vida normal.
Sus sueños de fanático de Joe DiMaggio, al que recordó cuando se convirtió en un novato sensación en el 2003, dieron paso a pesadillas como las de Lou Gehrig.
"Mi cuerpo no es capaz de hacer lo que quisiera que hiciera, o lo que podía hacer un par de años atrás", se lamenta Rocco Baldelli. que ha podido recuperarse al punto de que, en medio de una batalla para ganar el banderín de la División Este de la Liga Americana, fue activado y puesto en juego.
Pero regresará a sus 26 años, resignado a que probablemente nunca volverá a ser el atleta que fue. "Mi cuerpo no es capaz de hacer lo que quisiera que hiciera, o lo que podía hacer un par de años atrás", dijo Baldelli, quien fue activado hace unas semanas y en 46 turnos tiene 15 hits para un promedio de .326.
"No sé si podré"
"No sé si podré hacer una carrera nuevamente. Por mucho tiempo tuve problemas hasta para hacer swings en la práctica de bateo. Estaba pensando: 'Esto es horrible. ¿Cómo voy a poder hacer esto? ¿Cómo voy a poder volver a jugar béisbol?". El cansancio crónico y calambres musculares dejaron a Baldelli fuera de acción por la mayor parte de la pasada temporada. Para el final de la temporada, su condición era exasperantemente misteriosa. Baldelli no podía correr sin que sus 'hamstrings' se sintieran como si se iban a partir en dos; se despertaba y prácticamente no podía moverse porque los músculos de sus piernas se paralizaban; y el más mínimo calentamiento lo dejaba tan agotado que ni siquiera podía hacer un swing.
La falta de respuestas se llenó con especulación compartida por ejecutivos del equipo y por el propio Baldelli de que podría sufrir de esclerosis múltiple o esclerosis lateral amiotrópica, comúnmente conocida como la enfermedad de Lou Gehrig.
"Temimos por su vida ya que nadie sabía de qué se trataba", dijo el actual jardinero central de los Rays, B.J. Upton.
Baldelli añadió, "lo pone a uno a pensar en muchas cosas en las que antes no pensaba".
UNA TEORÍA
El pasado noviembre, surgió una teoría plausible: enfermedad mitocondrial, un trastorno en el que las células no convierten adecuadamente los nutrientes y el oxígeno en adenosín trifosfato, que produce energía. Esta condición mayormente genética, que obligó al ciclista Greg LeMond a retirarse en 1994, puede aparecer en cualquier edad y comparte algunas características de enfermedades comúnmente asociadas al envejecimiento, como el mal de Parkinson, según el sitio cibernético de la Clínica Cleveland. La historia de Baldelli es un caso muy especial.
Diario Libre
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