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Tu primera inversión - ¿Dónde hacerla?

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Tu primera inversión      - ¿Dónde hacerla?

Por Alejandro Fernández W.

Analista financiero

Eli me estaba esperando en la redacción, hasta con cierto entusiasmo. -“Potrillo”, me gritó desde que entré a la sala, “Pasa por aquí, que debemos terminar nuestra conversación para ver dónde es que voy a invertir mi clavito”.

Ya mi barbudo vecino de cubículo me había identificado que contaba con unos RD$100,000, que deseaba “engordarlos” (es decir, capitalizar los intereses) y que no los necesitaría por 12 meses.

—¿Dónde es que lo vamos a poner? ¿En el mismo banco donde tengo mi cuenta de ahorro o de nómina?

—Ciertamente, es una alternativa. Tiene la conveniencia de que lo puedes hacer con mucha facilidad. Tan sencillo como instruirle a tu banquera o banquero que tienes interés en hacer la inversión. Luego te emitirán un “certificado” de depósito...

El periodista me interrumpió: -“Es decir, literalmente me van a emitir un documento o título valor por el monto de mi inversión”.

—Así mismo, Eli. En el documento, además de identificar que es una inversión a tu nombre, pondrán el monto, plazo y la tasa negociada.

Eli asintió, visualizando su primera inversión perfectamente. Sin embargo, sé que mantenía la curiosidad de si su banco principal le pagaría la mejor tasa de interés.

De tasas, plazos y riesgos

Los rendimientos de un certificado financiero en una entidad dependen, básicamente, de cinco variables. “Dos de las cinco”, le advertí a Eli, “están en tus manos. Las otras más bien del lado del banco”.

—Vamos paso a paso, querido Potrillo. ¿Cuál es la primera?

Para comenzar, importa el monto. No es lo mismo invertir RD$10 mil en un banco, que invertir RD$100 mil o RD$1,000,000. A mayor el monto, mejores serán las condiciones que recibirás.

—Comprendo eso- dijo Eli.

En segundo lugar, dependerá del plazo. Esto tiene su “truco”, pues dependerá del momento en el que inviertes pero, en general, mientras mayor sea el plazo (o el tiempo) por el que mantengas tu inversión, mejor interés recibirás.

—¿Qué más, escribidor?

La entidad en sí donde vayas a invertir. No es igual, por ejemplo, invertir en un gran banco múltiple, como uno de los tres colosos, que hacerlo en una corporación de crédito relativamente pequeña y con menos clientes.

—¿Por qué habría diferencia?

Varias razones. En general, se entiende que un banco, mientras más grande, menos riesgo conlleva y, siendo así, a menor el riesgo, menor también será el retorno.

Los grandes también tienen una red de oficinas más amplia, que facilita captar clientes.

Todo tiene su costo, eso sí: Pueden ofrecer mayor conveniencia y acceso pero tienden a pagar una tasa menor que los demás.

—¿Y crees que yo me debo preocupar por ese tema del riesgo?

Siempre identifica los riesgos que asumes. Sin embargo, en la medida que inviertas en una entidad financiera autorizada por la Superintendencia de Bancos y el Banco Central, digamos que tu riesgo puede ser muy reducido.

—¿Por qué? Mira, Potrillo, si fuera tan “seguro” como dices, entonces no habría quebrado, por ejemplo, el Banco Peravia.

Sonreí, pues me esperaba esa inquietud del acucioso Eli, a quien no se le escapaba nada del acontecer nacional.

—Eli: En el país existe el equivalente a un seguro al depósito bancario, de tal forma que hay un fondo que resguarda tus depósitos totales por hasta RD$500,000, aún en el caso extremo que quiebre el banco.

—¡Ya te entiendo! Pues yo no alcanzo esa cantidad, así es que ni me preocuparé por eso.

—Me alegra que no te preocupes, pero algún día sí podrías tener montos mayores (como un señor que conocí, ¡que invirtió RD$40 millones en el Peravia!) así es que quiero que hagas conciencia de ello.

—¡Cuenta con eso, Pony! ¿Algo más para maximizar la inversión que vaya a hacer?

—De hecho, sí. La más importante, que está precisamente en tus manos, querido Eli.

—Tu consejo es una orden.

—Sencillo. Debes informarte sobre cómo andan las condiciones en el mercado, para saber qué tasas pagan para una inversión del monto, moneda y plazo que piensas hacer.

—Eso hace sentido, pero... ¿Cómo lo hago, Potrillo? ¿Tendré que ir a todos los bancos uno por a uno, preguntando?

Sonreí. Con mucho orgullo.

—Antes tendrías que sacar tiempo para hacer eso, Eli.

—¿Cómo que “antes”? ¿Ya no?

—Ya no, pues diseñamos una herramienta (totalmente gratuita) que te presenta las tasas de interés, por banco, por el nivel de riesgo que quieras asumir, por plazo, por moneda y hasta por geografía!

- Tú te las traes, Potrillo. ¿Y cuál es esa herramienta?

RexiFinanzas.com. ¡Visítala!

Eli me estaba esperando en la redacción, hasta con cierto entusiasmo. “Potrillo”, me gritó desde que entré a la sala, “Pasa por aquí, que debemos terminar nuestra conversación para ver dónde es que voy a invertir mi clavito”.

Ya mi barbudo vecino de cubículo me había identificado que contaba con unos RD$100,000, que deseaba “engordarlos” (es decir, capitalizar los intereses) y que no los necesitaría por 12 meses.

—¿Dónde es que lo vamos a poner? ¿En el mismo banco donde tengo mi cuenta de ahorro o de nómina?

—Ciertamente, es una alternativa. Tiene la conveniencia de que lo puedes hacer con mucha facilidad. Tan sencillo como instruirle a tu banquera o banquero que tienes interés en hacer la inversión. Luego te emitirán un “certificado” de depósito...

El periodista me interrumpió: “Es decir, literalmente me van a emitir un documento o título valor por el monto de mi inversión”.

—Así mismo, Eli. En el documento, además de identificar que es una inversión a tu nombre, pondrán el monto, plazo y la tasa negociada.

Eli asintió, visualizando su primera inversión perfectamente. Sin embargo, sé que mantenía la curiosidad de si su banco principal le pagaría la mejor tasa de interés.

De tasas, plazos y riesgos

Los rendimientos de un certificado financiero en una entidad dependen, básicamente, de cinco variables. “Dos de las cinco”, le advertí a Eli, “están en tus manos. Las otras más bien del lado del banco”.

—Vamos paso a paso, querido Potrillo. ¿Cuál es la primera?

Para comenzar, importa el monto. No es lo mismo invertir RD$10 mil en un banco, que invertir RD$100 mil o RD$1,000,000. A mayor el monto, mejores serán las condiciones que recibirás.

—Comprendo eso, dijo Eli.

En segundo lugar, dependerá del plazo. Esto tiene su “truco”, pues dependerá del momento en el que inviertes pero, en general, mientras mayor sea el plazo (o el tiempo) por el que mantengas tu inversión, mejor interés recibirás.

—¿Qué más, escribidor?

La entidad en sí donde vayas a invertir. No es igual, por ejemplo, invertir en un gran banco múltiple, como uno de los tres colosos, que hacerlo en una corporación de crédito relativamente pequeña y con menos clientes.

—¿Por qué habría diferencia?

Varias razones. En general, se entiende que un banco, mientras más grande, menos riesgo conlleva y, siendo así, a menor el riesgo, menor también será el retorno.

Los grandes también tienen una red de oficinas más amplia, que facilita captar clientes.

Todo tiene su costo, eso sí: Pueden ofrecer mayor conveniencia y acceso pero tienden a pagar una tasa menor que los demás.

—¿Y crees que yo me debo preocupar por ese tema del riesgo?

Siempre identifica los riesgos que asumes. Sin embargo, en la medida que inviertas en una entidad financiera autorizada por la Superintendencia de Bancos y el Banco Central, digamos que tu riesgo puede ser muy reducido.

—¿Por qué? Mira, Potrillo, si fuera tan “seguro” como dices, entonces no habría quebrado, por ejemplo, el Banco Peravia.

Sonreí, pues me esperaba esa inquietud del acucioso Eli, a quien no se le escapaba nada del acontecer nacional.

—Eli: En el país existe el equivalente a un seguro al depósito bancario, de tal forma que hay un fondo que resguarda tus depósitos totales por hasta RD$500,000, aún en el caso extremo que quiebre el banco.

—¡Ya te entiendo! Pues yo no alcanzo esa cantidad, así es que ni me preocuparé por eso.

—Me alegra que no te preocupes, pero algún día sí podrías tener montos mayores (como un señor que conocí, ¡que invirtió RD$40 millones en el Peravia!) así es que quiero que hagas conciencia de ello.

—¡Cuenta con eso, Pony! ¿Algo más para maximizar la inversión que vaya a hacer?

—De hecho, sí. La más importante, que está precisamente en tus manos, querido Eli.

—Tu consejo es una orden.

—Sencillo. Debes informarte sobre cómo andan las condiciones en el mercado, para saber qué tasas pagan para una inversión del monto, moneda y plazo que piensas hacer.

—Eso hace sentido, pero... ¿Cómo lo hago, Potrillo? ¿Tendré que ir a todos los bancos uno por a uno, preguntando?

Sonreí. Con mucho orgullo.

—Antes tendrías que sacar tiempo para hacer eso, Eli.

—¿Cómo que “antes”? ¿Ya no?

—Ya no, pues diseñamos una herramienta (totalmente gratuita) que te presenta las tasas de interés, por banco, por el nivel de riesgo que quieras asumir, por plazo, por moneda y hasta por geografía!

- Tú te las traes, Potrillo. ¿Y cuál es esa herramienta?

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