Aseguran que el desarrollo tecnológico no ha destruido empleos
Expertos señalaron la necesidad de que el sector público lidere la irrupción digital para favorecer la transparencia y la efectividad fiscal
Suhelis Tejero Puntes
Con la innovación tecnológica no se han destruido empleos, sino más bien la generación de los puestos de trabajo se concentran en las ocupaciones más especializadas y en las más manuales, lo que ha llevado a la polarización del empleo.
Así lo explicó Rafael Doménech, responsable de análisis económico del BBVA Research, quien participó este martes en el Seminario de Investigación Macroeconómica 2019 “Revolución Digital de la Economía: retos y oportunidades para la política fiscal”, organizado por el Ministerio de Hacienda.
Doménech se basó en los datos de Estados Unidos y de Europa que demuestran que la destrucción de los puestos de trabajo a causa de las nuevas tecnologías es un mito. “La visión general es que la demanda de empleos será menor porque hace falta menos gente, pero la realidad es que la demanda laboral sigue creciendo. El progreso técnico no ha destruido empleos. Surgen nuevas ocupaciones y se genera una reasignación del trabajo”, dijo durante su conferencia.
Para el responsable del BBVA Research, los gobiernos deben aprovechar la irrupción de las nuevas tecnologías para avanzar en objetivos fiscales que resulten beneficiosos para la población. “Hay que elegir aquella composición del gasto que maximice el potencial, no solo de la población actual sino de las futuras generaciones”, resaltó.
Doménech destacó que varios de los fines de asumir los avances tecnológicos desde el sector público implica asegurar la sostenibilidad de las finanzas y elegir los incentivos apropiados para maximizar el crecimiento, con impuestos sencillos que maximicen la capacidad recaudatoria.
“Si solo nos enfocamos en generar presión fiscal, vamos a generar un lastre para el crecimiento”, dijo.
Redistribución sin coartar productividad
Por su parte, Víctor Canto, presidente y fundador de La Jolla Investment, coincidió en la necesidad de que el sector público aproveche los avances tecnológicos que pueden ser útiles para aumentar la transparencia de las cuentas fiscales y tributarias y, por ende, de la recaudación.
“Los incentivos deben estar centrados en la mejora económica y beneficiar a todos, a los productores de bienes y a los que no lo son”, explicó Canto, quien se refirió a la necesidad de llevar adelante una redistribución del ingreso que no coarte la productividad de quienes generan la riqueza, sino que se apoyen en provocar un crecimiento sostenido de la economía para que haya más riqueza para repartir.
Por otro lado, el ministro de Hacienda, Donald Guerrero, declaró que la puesta en vigencia de la factura electrónica y el continuo desarrollo del sistema de administración financiera, para permitir una ejecución presupuestaria más eficiente y transparente, colocan a la República Dominicana en el trayecto de los países que avanzan con pasos firmes hacia la revolución digital.
“La digitalización nos permite mayor capacidad de almacenamiento y trazabilidad. Esto implica la necesidad de fortalecer los mecanismos actuales de gestión fiscal con que contamos, con el uso intensivo de Big Data y Data Analytics, Blockchain, Inteligencia Artificial, entre otras tecnologías”, comentó el funcionario.
Observó que, aunque el potencial de esos instrumentos digitales sea significativo, su adopción en economías emergentes es aún incipiente debido, en gran parte, a que el conocimiento sobre su evolución, funcionamiento y resultados es limitado.
Suhelis Tejero Puntes
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