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A cuenta del futuro

Individuos y familias han tenido que recurrir a sus ahorros financieros y otros activos para compensar las pérdidas de ingresos

Según algunos antropólogos, el clima es un poderoso determinante de los hábitos de ahorro de la población de un país. En regiones en las que el invierno es duro y prolongado, la necesidad de hacer acopio de alimentos, combustibles y ropa induce patrones de comportamiento que se transmiten de una a otra generación. Definiendo el ahorro real como la porción de la producción que no se consume durante un período específico de tiempo, los bienes reservados para su uso posterior representan un sacrificio temporal a fin de poder subsistir durante los meses de intenso frío.

Vista desde ese ángulo, la pandemia actuó como un factor de desahorro. La necesidad de subsistir durante ella provocó sacrificar parte del futuro en favor de cubrir las necesidades presentes. Las manifestaciones de ese comportamiento se observan tanto a nivel colectivo como individual.

Individuos y familias han tenido que recurrir a sus ahorros financieros y otros activos para compensar las pérdidas de ingresos, reflejadas en las suspensiones laborales y el incremento en la tasa de desempleo. Las inusualmente bajas tasas de interés pasivas prevalecientes aquí, negativas en términos reales por ser inferiores a la tasa de inflación, redujeron la posibilidad de que los rendimientos de los depósitos bancarios mitigaran el endeudamiento a través de tarjetas de crédito y otros instrumentos. En otros países el desahorro llegó aún más lejos, abarcando retiros de parte de los fondos de los planes de pensiones.

Los gobiernos también han apelado al futuro para apuntalar el presente, en nuestro caso mediante la contratación de préstamos, especialmente en el mercado internacional, y por vía de adelantos de impuestos recibidos de contribuyentes a cargo de futuras declaraciones.

Pero aparte de esos efectos económicos, la pandemia ha tenido una consecuencia preocupante respecto de las personas y sus edades. Queda menos tiempo en el futuro para hacer lo que ella impidió que se hiciera en el presente.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.