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Anomalía de Cuaresma

Proveedores de bienes y servicios esperan esta época del año con optimismo

Frituras, playa, ron, bachata y combustible. La lista es larga y podemos extenderla. No se asocia con espíritus contritos, pues es parte de una cultura consumista, más apegada a las satisfacciones terrenales que a lo que podamos hallar en otro plano existencial.

Proveedores de bienes y servicios esperan esta época del año con optimismo. Hoteles, restaurantes, transportistas, vendedores ambulantes, compañías de excursiones y suplidores de sandalias, por sólo mencionar algunos, luego dirán si les fue mejor, igual o peor que en temporadas anteriores, pero por el momento tratan de evitar quedarse sin un pedazo del negocio.

La Semana Santa puede servir para descansar, visitar familiares, viajar, fiestear, orar, cocinar, beber y comer. Y en cuanto a esto último, la comida, los más favorecidos solían ser los vendedores de pescado. La demanda de los consumidores era anticipada y satisfecha con productos locales e importados, sin que faltaran algunas intoxicaciones debidas a refrigeración inadecuada.

Pero como esta columna es sobre temas económicos, aprovechemos la ocasión para mencionar un extraño comportamiento que ha sido objeto de análisis. En un artículo publicado por el Buró de Investigaciones Económicas en agosto del 2005 por Aviv Nevo y Konstantinos Hatzitaskos, los autores intentaron explicar por qué sucedía que el precio promedio del atún bajaba durante la Cuaresma. Era una aparente anomalía, pues ocurría a pesar de que el consumo aumentaba, lo cual por la ley de la oferta y la demanda debía haber hecho subir el precio. Encontraron que ese comportamiento era más común de lo que parecía, y podía observarse en otros productos durante la temporada navideña y el inicio de las clases.

Varios factores lucen estar en juego. Se habla de estrategias de mercadeo, incrementos de inventarios, cambios en la elasticidad de la demanda, variaciones en la composición de los consumidores, y mayor oferta de productos alternativos.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.