BHD León y los valores

Cuando en términos económicos se habla de valores, se piensa en documentos representativos de derechos de propiedad, deudas, ingresos y compromisos de entrega, canje o pago. Son susceptibles de ser comprados y vendidos, o utilizados como respaldo de transacciones. Vienen presentados en muchas formas, con gran variedad de requisitos, condiciones, procedimientos y denominaciones. Sus efectos pueden ser inmediatos o en el futuro, y pueden ser definitivos o dependientes de decisiones posteriores o de que algo específico suceda. Es usual que posean una presencia física tangible, pero pueden existir sólo como registros desmaterializados. Sean cuales fueren sus características, es habitual su cuantificación en dinero, el cual es también objeto de negociaciones diversas. Se trata de cosas como bonos, acciones, pagarés y otros instrumentos.

El BHD León ha decidido promover los valores. No sería extraño que lo hiciera con los descritos en el párrafo anterior, dado su rol en la economía. El banco, sin embargo, ha querido ir más allá y trascender el ámbito delimitado por sus intereses particulares. Va a promover los valores inherentes al ser humano, en el contexto individual, familiar y nacional. Asume de ese modo una tarea que interpreta como vital, complementaria con los servicios financieros que ofrece a la comunidad. Sin esos valores, los demás, los económicos, no podrían cumplir a cabalidad su propósito de apoyar el incremento del nivel de vida de nuestra población.

Es relevante no confundir esos valores con las tradiciones. Estas últimas son prácticas, costumbres, creencias, estilos, conmemoraciones y actitudes que se trasladan de una a otra generación. Pero no todas las tradiciones son buenas ni es deseable conservarlas. Las hay dañinas, fruto de la ignorancia, la intolerancia, la discriminación y la desigualdad. Eso hace que la promoción de los valores sea más difícil, conllevando un componente de ilustración y conceptualización.

Gustavo Volmar