Con mayor énfasis

Se dice a veces que no hay nada nuevo bajo el sol, dando a entender que de una u otra forma todo se ha dicho y hecho anteriormente. Aunque esa es una evidente exageración, puede aplicarse a algunas cosas, como a la nota de prensa publicada el lunes pasado por el FMI, en la que resume de forma preliminar las opiniones de los técnicos que visitaron el país para evaluar el desempeño de nuestra economía.

Los puntos mencionados en la nota ya habían sido expresados en reportes anteriores, pero se aprecia ahora un mayor énfasis sobre ellos, lo que hace pensar que los integrantes de la misión los perciben como más urgentes. Aunque comienza ponderando el elevado crecimiento económico de los últimos tres años, la nota pasa a los aspectos que considera más preocupantes, siendo el déficit fiscal el más destacado entre todos ellos.

Reconoce que el gobierno ha dado pasos para restringir sus gastos y mejorar la administración de sus ingresos, pero muestra inquietud por la persistencia a largo plazo del desequilibrio fiscal. En otras palabras, alaba lo que se ha hecho pero lo considera insuficiente, pues no detecta que haya un programa para impedir que el déficit crezca respecto al PIB. Su inquietud aumenta porque prevé cambios externos que harán más difícil reducirlo después, como son alzas en las tasas de interés o en la factura petrolera, lo que le mueve a creer que el ajuste fiscal hay que hacerlo ya.

Su receta de ajuste es la misma que ha venido proponiendo. Incluye sus recomendaciones anteriores de ampliar la base impositiva, hacer frente al subsidio a la electricidad y mejorar la eficiencia del gasto público. Como enunciados generales todo eso está muy bien. La complicación surge al precisar cuáles exenciones reducir o quitar, qué gastos son ineficientes y deben ser suprimidos, cómo hacer que el robo de energía y las pérdidas de transmisión bajen, o por cual medio se consigue gravar el sector informal.

Gustavo Volmar