Demandantes renuentes
El segundo aniversario, a principios de este mes, de la enigmática desaparición del vuelo MH370 de la línea aérea de Malasia tuvo un significado especial.
Hubo, por supuesto, gran pesar e indignación por seguir sin conocerse las causas del evento y el destino de la aeronave, pero razones legales y económicas le dieron una característica peculiar.
Según los tratados internacionales aplicables al caso, dos años es el período límite para que los familiares de las víctimas interpongan demandas judiciales en contra de las empresas involucradas. Por esa razón, varios grupos afectados presentaron demandas en contra de la aerolínea, los fabricantes del avión y los motores, y las compañías aseguradoras.
Quizás siguiendo tradiciones más propias de Oriente que de nuestra mentalidad occidental, gran parte de los familiares se habían abstenido de demandar compensaciones.
Aparte de su renuencia sentimental a poner precio a las vidas de sus seres queridos, temían que con el pago concluyera la responsabilidad de los involucrados, y fueran detenidas tanto la búsqueda de la aeronave como las indagaciones sobre las posibles causas del siniestro.
De hecho, algunos creen todavía que sus parientes continúan con vida, retenidos en algún lugar por fuerzas no identificadas, como parte de una vasta conspiración por motivos desconocidos.
El total por familia de las compensaciones requeridas varía entre US$1.5 millones y US$10.8 millones, mucho más que las ofertas de menos de medio millón que les habían sido extendidas, y puede tomar hasta dos años más para que las cortes apoderadas fallen. Las firmas de abogados que los representan también fueron muy pacientes, esperando la oportunidad que el vencimiento del plazo les daría.
Se proyecta en unos US$130 millones el costo de la investigación, habiendo sido una parte del ala el único hallazgo relevante hasta ahora, encontrado cerca de África y muy lejos de las zonas de búsqueda.
gvolmar@diariolibre.com
Gustavo Volmar
Gustavo Volmar