?Enseñanzas socialistas
Hay palabras que producen confusión, y entre ellas “socialismo” ocupa un lugar destacado. Era parte del nombre de la URSS, la extinta Unión Soviética, y lo es del nombre del PSOE, el Partido Socialista Obrero Español. La emplea a diario Nicolás Maduro en Venezuela, y fue usada por aspirantes demócratas a la presidencia de los EE.UU. Su significado en cada uno de esos y otros casos es distinto, pero si algo tienen en común es no mostrar una gran confianza en las consecuencias del libre funcionamiento de los mercados.
Parecería que luego de que el colapso soviético fuese provocado en buena parte por el retraso económico, después del abandono de las doctrinas de Mao en China, y a la luz de los resultados del socialismo bolivariano, no habría espacio para conceptos contrarios a la eficiencia de los mercados libres. Validados por la historia y reverenciados por políticos conservadores, se supondría que cualquier diatriba en su contra sería considerada como una herejía.
Sorprenden, por lo tanto, los hallazgos de una evaluación acerca de la orientación de la enseñanza en las escuelas de economía de las principales universidades occidentales. En un trabajo publicado por el Instituto Mises, Ryan McMaken, economista graduado en la Universidad de Colorado, señala que los contenidos académicos enfatizan actualmente el análisis de los efectos de la acción de los estados en las actividades económicas. Concluye que la actitud en contra de cualquier intervención gubernamental, prevaleciente hasta hace algunos años, está desapareciendo y es considerada obsoleta.
La crisis del 2008 y la pandemia incidieron sobre ese cambio de orientación. Lo inesperado de ambas, la aplicación de medidas monetarias heterodoxas para superarlas, y la adicción a la continuación de los estímulos por tiempo indefinido, socavaron la creencia en la capacidad de los mercados irrestrictos para manejar por sí solos las adversidades y para conducir los países a la prosperidad.
Gustavo Volmar