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Fase de disolución

El dinamismo del área del Pacífico hizo de la Alianza Transpacífica una opción más atractiva

Empezó con la promesa de ser el inicio de la ansiada conversión de Suramérica en una gran potencia económica. Fundada hace once años, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) entró en vigor en el 2011, luego de que el tratado que le dio origen fuera ratificado por nueve países. No se previó entonces que terminaría siendo víctima del mal que desde hace siglos mantiene a la región por debajo de su potencial envergadura.

Las pugnas, la fragmentación institucional y las divergencias nacionales han impedido acordar mecanismos efectivos de unificación. Uno tras otro los esfuerzos en esa dirección se han visto frustrados por disputas fronterizas, ideologías opuestas, liderazgos rivales e intereses sectoriales. Creados con pomposas ceremonias y declaraciones entusiastas, acordes con el temperamento latinoamericano, esos intentos han colapsado por diferentes motivos, siendo reemplazados por otros convenios que a su vez corrieron igual suerte.

Se podría decir que en esta ocasión la causa del deterioro fue la situación venezolana. De hecho, ésa ha sido la razón esgrimida por varios de los países miembros para distanciarse de la organización, a la que atribuyen haberse transformado en una entidad burocrática y politizada que sirve como caja de resonancia al gobierno venezolano. Pero la realidad es que ya venía siendo afectada por cambios económicos y políticos.

En el plano económico, el dinamismo del área del Pacífico hizo de la Alianza Transpacífica una opción más atractiva. Y aunque en principio no fuesen incompatibles, la pertenencia simultánea a varios acuerdos trae consigo dificultades de coordinación y compatibilidad.

En el ámbito político, el giro a la derecha de países como Argentina, Chile, Perú y Brasil condujo a tensiones que culminaron con que seis naciones suspendieran temporalmente su participación y formaran el Grupo de Lima, a lo que siguieron el retiro de Colombia y el anuncio de la creación de Prosur.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.