Fracaso rotundo
Como sucede en todos los fracasos, se buscan responsables a quienes culpar, y la mirada se dirige a Estados Unidos
El comercio internacional enfrenta tiempos difíciles, según quedó evidenciado por los resultados de la undécima reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio celebrada este mes en Argentina. O, más bien, quedó en evidencia por la total ausencia de resultados.
La expansión del libre comercio es vista como un proyecto en marcha. Se supone que cada dos años, durante la reunión ministerial correspondiente, se aprueben puntos que le remuevan obstáculos o que eliminen distorsiones y discriminaciones. En esta ocasión lo único que se aprobó fue seguir negociando.
El fracaso afecta a la OMC, lógicamente, pero también al actual gobierno argentino. Su predecesor no vacilaba en cuanto a imponer las restricciones a importaciones y exportaciones que considerase convenientes, tomando sólo en cuenta sus objetivos cambiarios, tributarios y de lucha contra la inflación. Habiendo abandonado esas políticas y abrazado la libertad de intercambio, el gobierno actual esperaba que el éxito de la conferencia sirviera como reconocimiento y aval de sus decisiones. No lo logró.
Como sucede en todos los fracasos, se buscan responsables a quienes culpar. La mirada se dirige a los EE.UU., cuya imagen es ahora la de una nación proteccionista, en línea con las múltiples y reiteradas declaraciones de su presidente y de sus representantes comerciales. En ellas, describen a la OMC como un organismo en el que muchos países se amparan en su condición de subdesarrollo para escapar de las reglas, y cuyos mecanismos de resolución de conflictos son ineficientes y faltos de equidad. Pero aunque sea un factor adverso, atribuir toda la culpa a esa actitud oculta tendencias que se han estado manifestando vía el uso de medidas monetarias para elevar la competitividad y crear puestos de trabajo.
Ganaron sí los hoteles, restaurantes, teatros y líneas aéreas. Las delegaciones de 164 países viajaron, se divirtieron y gastaron mucho.
Gustavo Volmar
Gustavo Volmar