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Zona fronteriza
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Fronteras peligrosas

La peligrosidad fronteriza no tiene que provenir de guerras formales entre países

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Fronteras peligrosas

Los expertos en relaciones internacionales vinculan el grado de peligrosidad de una frontera con el nivel de violencia prevaleciente en el área. Siguiendo ese concepto, la revista Política Exterior seleccionó las que considera ser las trece zonas fronterizas más riesgosas.

Fundada por un profesor de la universidad de Harvard a fines de 1970, y adquirida posteriormente por la compañía propietaria del periódico Washington Post, la revista colocó en primer lugar la frontera entre Sudán y Sudán del Sur, eje de múltiples choques armados entre las dos demarcaciones. Siguió la lista con las fronteras entre la India y Pakistán, Afganistán y Pakistán, México y los EE.UU., Camboya y Tailandia, Angola y la República del Congo, la India y Bangladesh, las dos Coreas, Venezuela y Colombia, Chad y Sudán, Yemen y Arabia Saudita, China y Corea del Norte, e Israel y Siria.

Publicada en el 2011, esa lista está ya algo desactualizada, pero es importante observar que la peligrosidad fronteriza no tiene que provenir de guerras formales entre países, y ni siquiera de las actuaciones de gobiernos antagónicos. Puede deberse a las actividades de grupos delictivos, rivalidades étnicas, disputas por recursos o actos incontrolados de vandalismo.

La frontera entre nuestro país y Haití no figura en esa lista, y por los criterios de selección basados en episodios de violencia es superada con creces por varias otras en el mundo. Su potencial de peligro, sin embargo, no debe ser subestimado, pues constituye la zona limítrofe entre dos naciones con un historial de conflicto, con elevadas densidades poblacionales, en las que la presión sobre la disponibilidad de agua, tierras y bosques no hará sino aumentar en el futuro.

Salvo algunas excepciones, una notable inercia existe aquí a ese respecto. Aunque el problema es mencionado con frecuencia, a veces acompañado de propuestas extremas o inviables, no contamos con un plan efectivo de acción para enfrentarlo.

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