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Luis Abinader
Luis Abinader

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La percepción favorable acerca de los dos primeros meses es compartida por analistas financieros externos

Hay que admitir que el presidente Luis Abinader ha comenzado su gestión gubernativa con un nivel inusitado de energía. Se las ha arreglado para hacer sentir su presencia personal en un extenso abanico de iniciativas y actividades. Y de una u otra forma ha dado muestras de estar al tanto de los asuntos que le son planteados, sin necesidad de que sean sus funcionarios los que intervengan y den las respuestas pertinentes. Ha generado así una impresión muy favorable por su conocimiento de los pormenores de los temas tratados, y por su manifiesto interés en facilitar proyectos, remover obstáculos y encontrar soluciones para los problemas.

Ese amplio alcance de la participación presidencial directa es más sorprendente debido a la incidencia de la pandemia sobre la salud y el desenvolvimiento de la economía. Se anticipaba que la magnitud de esos desafíos conduciría a una concentración muy puntual de la atención gubernamental a fin de hacerles frente. No obstante, aunque se les haya dado prioridad, su importancia y urgencia no han impedido que el presidente y su equipo más cercano hayan sido receptivos, y dedicado tiempo, a otros asuntos.

La percepción favorable acerca de los dos primeros meses es compartida por analistas financieros externos, cuya misión es evaluar la fortaleza de nuestra economía y su calificación crediticia. En particular, han valorado sus perspectivas de recuperación a corto plazo, basadas en el desempeño o repunte de varios sectores estratégicos, demostrando poseer un auspicioso grado de diversificación.

Las debilidades intrínsecas de nuestra economía, por supuesto, no van a desaparecer milagrosamente. Los analistas las conocen, y sus pronósticos, a medida que el tiempo pase, irán siendo guiados más por las realizaciones que por las buenas intenciones. Y esos pronósticos a su vez serán determinantes para el costo de nuestra considerable deuda pública, y para las decisiones de invertir en la producción de bienes y servicios.

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Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.