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?Inversiones codiciadas

La mayoría de los países subdesarrollados ven en las inversiones extranjeras directas (IED) una solución simultánea para varios de sus problemas. De un lado, ellas suelen aportar divisas que entran en la economía y fortalecen la balanza cambiaria, moderando las habituales presiones devaluatorias sobre la moneda nacional. Suplen además tecnología y estrategias empresariales, involucrando programas de entrenamiento de trabajadores y traspaso de conocimientos al personal gerencial local. También abren mercados externos al país, gracias a sus vinculaciones con estructuras foráneas de mercadeo y distribución. Y tienden a forjar relaciones duraderas con el país receptor, sobre todo si utilizan materias primas o recursos naturales de origen doméstico, contrastando con las inversiones de tipo financiero susceptibles de ser retiradas ante deterioros pronosticados o situaciones percibidas como adversas.

Es evidente que el año pasado, con sus economías golpeadas por el cierre de fronteras, el colapso del turismo y las suspensiones laborales, los países subdesarrollados hubiesen deseado recibir un aumento en la IED. No sucedió así en la mayor parte de los casos sino que ocurrió lo opuesto, habiendo sido muchos proyectos cancelados o pospuestos.

Una excepción fue China. Aunque en las noticias por lo regular se mencionan las inversiones chinas en el tercer mundo, reseñando sus aportes e incursiones en renglones como el transporte y la minería, China recibe cuantiosas inversiones extranjeras directas. Y si habían dudas de que a su economía le fue bastante bien el año pasado, los datos de la UNCTAD, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, las despejan. En el 2019, China recibió US$140 mil millones en IED, ampliamente superada por los EE.UU, que recibieron US$251 mil millones. En el 2020, en cambio, China fue el líder mundial con US$163 mil millones, mientras los EE.UU. quedaron en segundo lugar con US$134 mil millones.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.