Llave maestra
Transcurrieron largos años, y con ellos muchos gobernantes, algunos civiles y otros militares. El acuerdo parecía en muchas ocasiones estar al alcance de la mano, a la espera de un protocolo, una firma o un mecanismo de adaptación. Pero interminables reuniones no bastaron para que las reiteradas solicitudes de ingreso de Turquía fuesen aceptadas por la Unión Europea. Era importante que los turcos formaran parte de la OTAN como valladar militar en el flanco soviético sur, pero en cuanto a su rol en asuntos económicos y políticos fue preferible dejarlos fuera. Inesperados acontecimientos, sin embargo, han hecho cambiar la situación, siendo ahora los refugiados la llave maestra que ha desbloqueado las negociaciones.
Uno de los argumentos esgrimidos para no admitir a Turquía en la UE era el de la disparidad cultural. Islámica y normalmente autoritaria, Turquía crearía conflictos internos de consecuencias imprevisibles. Pero resulta ser que conflictos aún mayores ya están siendo creados por los inmigrantes, razón por la cual es preferible aceptar un mal menor si con ello se subsana el problema.
En lo que ha sido en esencia un pago por sus servicios, la UE convino con Turquía no sólo para que ésta impida la llegada de refugiados a Europa, sino también para que reciba a todos los que lleguen a Grecia de forma irregular. Aunque el precio no ha sido bajo, fue considerado razonable. La UE dará a Turquía hasta 6 mil millones de euros para atender a los desplazados, el doble de la cifra discutida originalmente. Ha aceptado un programa de trabajo para su admisión como miembro. Y ha dispuesto que a partir de junio de este año los ciudadanos turcos no necesiten visa para entrar al territorio de la Unión.
Los dominicanos, a diferencia de varias otras nacionalidades en Latinoamérica, necesitamos de visa para ir a Europa, pero al parecer tenemos poco que ofrecerle a cambio de dejarnos entrar libremente.
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Gustavo Volmar
Gustavo Volmar