Minorías mayoritarias
En todos los países, unos más y unos menos, existen segmentos de la población que pueden clasificarse como minoritarios. Diferentes criterios sirven para catalogarlos de ese modo, tales como fe religiosa, preferencia sexual o ideología política, pero el más utilizado y tradicional es su origen y características étnicas. En los EE.UU., lugar donde por su historia conviven numerosas minorías, están entre otros los afroamericanos, los asiáticos, los americanos nativos (una forma de llamar a los indios) y los hispanos, éstos últimos con la coletilla de que pueden ser de cualquier raza.
Según las cifras preliminares del censo del 2020, de la población de los EE.UU. ascendente a 328.2 millones de personas, los hispanos son el 18.5%, con 60.6 millones, lo que los convierte en la minoría más importante de todas, seguidos por los afroamericanos con 41.1 millones y los asiáticos con 18.9 millones. Esas tres minorías sumadas constituyen el 36.7% de la población total.
Y son los hispanos precisamente los que están aumentando más. Entre el 2010 y el 2019 ellos representaron más de la mitad (el 52%) del incremento demográfico estadounidense, equivalente a 9.8 millones del crecimiento total de 18.9 millones. En ese lapso, el número de los asiáticos aumentó en un 22% y los afroamericanos en un 17%, mientras la mayoría blanca se mantuvo prácticamente estática, descendiendo en 79,000 personas.
Esos datos explican gran parte de la política migratoria del actual gobierno estadounidense. De mantenerse esas tendencias, sería cuestión de tiempo para que las minorías en conjunto se conviertan en mayoritarias, lo que alteraría radicalmente el escenario sociopolítico del país, alejándose posiblemente de los postulados del partido gobernante. Le favorece, sin embargo, que la expansión demográfica de los hispanos bajó del 4.8% anual de 1995 al 2000, al 1.9% anual del 2015 al 2019, debido a menos inmigración desde México y a una más reducida tasa de natalidad.