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Obras o elecciones

Las sumas malgastadas son particularmente abusivas en una nación pobre como la nuestra

Un serio peligro amenaza a la democracia dominicana como consecuencia del rotundo fracaso de las elecciones municipales. No consiste en que se haya frustrado la voluntad popular, pues habrá ocasión para volver a votar, sino en una comparación, una de ésas a las que los economistas llaman costo de oportunidad.

En los días posteriores al fracaso, ha habido reiteradas referencias al dinero gastado en la preparación de esos comicios. Las sumas son astronómicas y quizás no lleguen a conocerse en su totalidad. Incluyen recursos públicos y privados, y abarcan desde transporte, dietas y material gastable, hasta auditorías, asesorías, comunicaciones y publicaciones. A ello se suma la inversión en los equipos, más la pérdida de horas de trabajo y docencia provocada por el proceso.

Esas referencias son válidas. Las sumas malgastadas, que serían una afrenta en cualquier país del mundo, son particularmente abusivas en una nación pobre como la nuestra.

El peligro surge cuando esas erogaciones se dejan de medir en dinero y comienzan a ser calculadas en términos de las cosas que podrían haberse hecho con los fondos desperdiciados. Se pueden expresar, por ejemplo, en kilómetros de carreteras y caminos dejados de hacer, o en clínicas y hospitales, escuelas y guarderías, puentes y represas, canales de riego y siembra de árboles, viviendas y plantas eléctricas.

Es una comparación en la que las elecciones llevan las de perder. La preferencia de alguien que carece de un techo propio, padece por falta de atención médica, recorre caminos casi intransitables, sufre por causa de los apagones, pierde sus cosechas por sequías o inundaciones, vive en zonas dominadas por la delincuencia, o no recibe agua potable en sus viviendas, es más que evidente. Tenderá a preferir, si la opción le fuera ofrecida, que sus vicisitudes sean solucionadas, y no que los fondos vayan a manos de la madeja de intereses enquistados alrededor de la estructura política actual.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.