Palabras almibaradas
Sólo esperó que se fuera y pasaran las festividades de la Semana Santa. Ayer Fidel Castro fustigó al presidente Obama por no reconocer los logros de la revolución cubana, y por tratar de confundir a la población con palabras “almibaradas”.
El hecho de que la transformación económica de China en dirección al capitalismo haya ocurrido después de la salida del camarada Mao del escenario político, eximió a éste de tener que presenciar cambios opuestos a sus convicciones más arraigadas, por las que combatió arduamente y creyó a salvo de futuras modificaciones.
Fidel Castro, sin embargo, no ha tenido esa suerte, pues está siendo testigo de la renovación de los vínculos de su país con los EE.UU. y las alteraciones que ese acercamiento puede provocar.
El artículo de Fidel Castro, titulado “El Hermano Obama”, comenzó haciendo referencia a las huellas de la búsqueda de oro por parte de los conquistadores españoles, y continuó con el turismo auspiciado por las grandes corporaciones en busca de millonarias ganancias.
De Obama dice que no reconoce que la revolución barrió con la discriminación racial, que los cubanos lucharon en Angola contra la segregación, o que el retiro y salarios de la población cubana fueron garantizados antes de que él, Obama, llegara a los diez años de edad. Se refirió también al bloqueo y a la invasión de 1961, y añadió que “de cierto modo” deseaba que la conducta de Obama fuera correcta. Concluyó afirmando que Cuba es capaz de producir los alimentos y las riquezas materiales que requiere, gracias al esfuerzo e inteligencia de su pueblo, y que no necesita que “el imperio” le regale nada.
Es probable que esas declaraciones sirvan de justificación a los sectores que en los EE.UU. consideran que los cambios en Cuba sólo vendrán cuando los Castro y la vieja guardia hayan desaparecido, y que la política de Obama sólo beneficiará al gobierno cubano y a unos pocos inversionistas.
gvolmar@diariolibre.com
Diario Libre
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