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?Racionalización vial

El origen del caos se remonta a la falta absoluta de planeación urbana que ha hecho de la ciudad lo que es hoy

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?Racionalización vial

Comencemos por el lado favorable. Los cambios de dirección de las vías de la capital procuran mitigar la pesadilla que representa trasladarse de un lugar a otro. Se intenta lograr ese objetivo agilizando el tránsito, evitando la doble circulación y estableciendo direcciones alternas en las calles y avenidas. Es usual que la distancia lineal promedio recorrida aumente cuando la doble circulación es reemplazada por sentidos unidireccionales, ya que los vehículos tienen que ir más lejos y luego retornar por la vía que desean tomar. Parecería que ese aumento debe provocar un incremento en el consumo de combustible, pero si el tránsito fluye más rápido, y se reducen los taponamientos, el consumo puede en realidad bajar. En momentos en los que el precio del petróleo está en alza, esa reducción es de gran importancia para nuestra economía.

Pero sigamos por el otro lado.

Dado que el número de vehículos crece todos los días, y que el ancho de las calles no ha variado, la efectividad de los cambios de dirección para resolver el problema es limitada. El origen del caos se remonta a la falta absoluta de planeación urbana que ha hecho de la ciudad lo que es hoy. Calles interrumpidas por construcciones antojadizas, usos irracionales del suelo, apropiaciones de espacios públicos, vías que no se conectan, localizaciones arbitrarias de negocios, escuelas y oficinas, uso de las vías como parqueos, irrespeto de las señales y reglas de tránsito, deficiencias del transporte colectivo, drenajes insuficientes, y la lista puede ser tan larga como deseemos.

Es evidente que en esas circunstancias, los cambios de dirección son sólo un paliativo, el cual debe ser complementado por soluciones que involucren aspectos tales como horarios de actividades, requisitos de estacionamiento a comercios, talleres, industrias y servicios, ampliación del transporte público y mayor conectividad de las vías. De otro modo, no podremos evitar que la pesadilla continúe y se vaya agravando.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.