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Pasar de la pugna económica a la militar es más fácil que de la militar a la económica, pues es la fortaleza económica la que permite financiar los armamentos

Las consecuencias que sobre la República Dominicana provocará la pugna actual por la hegemonía mundial apenas están comenzando a verse. A lo largo de nuestra historia hemos sido afectados por rivalidades entre otras naciones, por ejemplo los conflictos entre potencias europeas, principalmente España, Francia e Inglaterra, siendo ellos un factor determinante de nuestra cultura, jurisprudencia e instituciones gubernativas. Más recientemente, incidió sobre nosotros la confrontación entre los EE.UU. y la Unión Soviética, agravada en nuestra región por la presencia del régimen cubano posrevolucionario.

Esa lucha de estadounidenses y soviéticos fue esencialmente política e ideológica, entre sistemas cuya perspectiva acerca de la humanidad y su destino era radicalmente distinta. Se manifestó de forma aguda en los armamentos acumulados por ambas partes, suficientes para destruir varas veces el planeta, pero desde el ángulo económico los soviéticos nunca llegaron a amenazar la supremacía estadounidense en cuanto al PIB, la tecnología, la innovación, la productividad o el dominio de los mercados internacionales. La secuencia de la actual confrontación con China es inversa, pues se ventila primero en el terreno económico. Los chinos se aproximan a superar el PIB de los EE.UU., aunque están lejos aún de su nivel de vida. Y a diferencia de los soviéticos, se han insertado en las cadenas mundiales de producción y consumo, como ofertantes y demandantes de bienes y servicios.

Pasar de la pugna económica a la militar es más fácil que pasar de la militar a la económica, pues es la fortaleza económica la que permite financiar los armamentos. Los chinos pueden ocuparse ahora de sus fuerzas armadas sin doblegar su economía. Al hacerlo al revés, la economía soviética colapsó.

Datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos muestran que en el 2019 los gastos militares mundiales aumentaron en un 4%, su mayor tasa de crecimiento en diez años, siendo del 2.6% en el 2020.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.