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Vacunas nacionalistas

Aunque no es una actividad deportiva, la carrera hacia la vacuna contra el virus comparte algunas características con las olimpíadas.

Se parece a una de las competencias de los juegos olímpicos. Los atletas enarbolan sus banderas y visten los colores patrios. Sus países los animan, aplaudiéndolos y ofreciéndoles recompensas. Cada victoria, por pequeña que sea, es celebrada como un gran triunfo. Y alrededor de los eventos se despliega un vasto aparato publicitario, en el que participan gobiernos y empresas.

Aunque no es una actividad deportiva, la carrera hacia la vacuna contra el virus comparte algunas características con las olimpíadas. Igual que en el entrenamiento de los atletas, hay mucho dinero envuelto en su desarrollo, sea que provenga de fuentes públicas o privadas. Hay en ambos casos un alto riesgo de fracaso, pero también fama y fortuna para los vencedores. Y son asuntos de interés para el orgullo nacional, lo que atrae la atención de los políticos en busca de asociar sus imágenes con las de los galardonados.

Los cálculos económicos, sin embargo, arrojan dudas sobre la eficacia de esa clase de procesos, en vista de que el conjunto de las pérdidas netas de los vencidos suele exceder la suma de las ganancias de los vencedores. En el caso de los juegos, no obstante, podría decirse que el espectáculo justifica su costo, pero en lo que a la vacuna concierne, ese razonamiento no se aplica.

En un reporte publicado por la Organización Rand, preparado por un grupo de cinco especialistas, se estima que el nacionalismo de la vacuna, como ellos lo llaman, puede costar a la economía mundial hasta 1.2 millones de millones de dólares, en términos de descensos en el PIB global, aparte de conducir a asignaciones ineficientes y poco equitativas de las vacunaciones. Ellos ponen de relieve un hecho a veces pasado por alto en las declaraciones oficiales, en cuanto a que mientras haya países en los que la pandemia no esté bajo control, algún costo económico para los demás continuará, aunque estos últimos hayan implementado las medidas apropiadas en sus propios territorios.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.