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Atracción y frustración

La ineficacia administrativa tras la salida de los esposos Marcos, se combinó con la inseguridad, el desorden, la criminalidad y la violencia religiosa

En una columna anterior, respecto del regreso de la familia Marcos al poder en Filipinas, calificamos como increíble que los votantes hubieran respaldado masivamente la candidatura presidencial de Ferdinand Marcos, hijo de la notoria pareja cuyos delitos y abusos fueron legendarios. Examinando experiencias en diversas regiones del mundo, el acontecimiento no luce ser tan inusual realmente, pues retornos similares han involucrado a los propios gobernantes previamente desplazados, o a algunos de sus descendientes.

Si de descendientes se trata, puede argumentarse que ellos no son necesariamente una réplica de sus progenitores o antecesores. Pero si son los mismos individuos quienes vuelven, o si sus descendientes no ocultan su admiración por sus actuaciones, hay que admitir que los votantes fueron conscientemente atraídos por algo de lo que había en el pasado.

Parte de la explicación se encuentra en el hecho de que esos gobiernos despóticos anteriores no fueron uniformemente malos. Algo bueno hicieron. El primer gobierno de los Marcos, por ejemplo, cuyo régimen se extendió desde 1965 a 1986; así como un segmento de su segundo período, fueron años de relativa prosperidad, fundamentada en un ambicioso programa de inversiones estatales financiado con deuda pública, no impuestos. Su popularidad por ese motivo, acompañada por su alegada condición de ser un héroe nacional durante la Segunda Guerra Mundial, le confirió un aura de figura histórica venerada por las masas populares.

Pero más que las buenas actuaciones que en algún momento de esos pasados gobiernos tiránicos puedan haber ocurrido, son determinantes las malas experiencias de gobiernos posteriores. La ineficacia administrativa luego de la salida de los esposos Marcos, se combinó con la inseguridad, el desorden, la criminalidad, la violencia religiosa y los proyectos fracasados para frustrar las aspiraciones de la población, proceso que se ha repetido varias veces en naciones de Asia Central, África y Latinoamérica.

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Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.