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Ya no se le teme

Los centros de vacunación fueron progresivamente cerrados, y gran cantidad de dosis vencieron sin ser aprovechadas

Tal como lo habían predicho varios expertos, los casos activos de personas contagiadas con el virus de la pandemia están subiendo de nuevo en el país. En realidad, no había que ser un especialista en enfermedades infecciosas para saber que era probable que eso sucediera, dada la percepción de que el problema era ya un asunto del pasado. Auspiciada y difundida por las autoridades gubernamentales, esa percepción fue recibida y aceptada con gran entusiasmo por la población, la cual rápidamente dejó de lado las molestas medidas de prevención, y retornó a su habitual comportamiento anterior a que el COVID-19 le obligara a modificarlo. Volvieron los eventos multitudinarios, el uso de las mascarillas se fue convirtiendo en una práctica cada vez más esporádica, y se llegó a la agradable conclusión que seguir con las vacunaciones no era ya necesario. Los centros de vacunación fueron progresivamente cerrados, y gran cantidad de dosis vencieron sin ser aprovechadas.

Todo eso significa que en paralelo con el olvido de las disposiciones establecidas para detener o moderar los contagios, la protección que las previas inoculaciones ofrecieron a la población está declinando, y podría desaparecer en poco tiempo si el programa de vacunación no es reactivado. Es interesante observar que éste es un asunto que no parece figurar entre los temas prioritarios para la opinión pública, ocupada con los chismes, escándalos, episodios de violencia, delitos, rivalidades, denuncias y otros acontecimientos más apasionantes.

Una de las causas principales de esa actitud es que se ha perdido el temor al virus. Consideramos que si una enfermedad no mata al paciente, no hay motivo para preocuparse mucho por ella. En ese sentido, como la última variante del virus es menos letal, entendemos ser capaces de superarla si llegamos a ser contagiados. Y que conviene dejar que el virus siga su curso, pues mientras más personas se contagien y recuperen, mayor será nuestra inmunidad colectiva. 

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Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.