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Opciones concentradas

La concesión de opciones a los empleados para adquirir acciones de las empresas para las que laboran, es una excelente iniciativa que fortalece su estabilidad financiera futura

En una columna anterior hicimos mención de algunas de las ventajas que para las empresas, su personal y los inversionistas tiene la venta de acciones en el mercado. Particularmente elogiada es la inclusión de opciones de compra de acciones como parte de la remuneración de los empleados. Pero ocurre que en los asuntos económicos son muy escasas las ocasiones en que algo es absolutamente bueno, sin que lo ensombrezca nada que pueda salir mal. Lo normal es que haya siempre que poner una nota de cautela para evitar un júbilo exagerado.

La concesión de opciones a los empleados para adquirir acciones de las empresas para las que laboran, es una excelente iniciativa que fortalece su estabilidad financiera futura, poniendo en sus manos activos cuyo valor de venta aumenta paulatinamente. Esto así, por supuesto, mientras las empresas permanezcan saludables y no declinen o, peor aún, quiebren.

En el transcurso de las situaciones de crisis por las que ha venido atravesando la economía mundial, entre ellas las fluctuaciones de las compañías del sector tecnológico, la recesión del 2008, la pandemia y los recientes trastornos bancarios, numerosos accionistas de empresas afectadas sufrieron pérdidas considerables. Muchos fueron los llamados en favor de los trabajadores que se quedaron sin empleo, de los depositantes en los bancos, de los pensionados y de las comunidades en que dichas empresas operaban. Mucho más escasos fueron los planteamientos de ayuda para los accionistas.

En ese sentido, las opciones equivalen a una inversión no diversificada, cuyo valor de mercado está sujeto y condicionado al comportamiento de la empresa que las otorga. Si ese valor es sólo complementario de otras vías de remuneración, como sueldos y bonificaciones, el riesgo de su depreciación puede ser admisible. Pero si representa una porción muy significativa de los recursos con los que el empleado cuenta para su futuro desenvolvimiento, mecanismos de mitigación del riesgo deben ser establecidos.

 



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Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.