Datos exagerados
Gran parte de los datos relacionados con la magnitud y efectos de los eventos catastróficos… proceden de organizaciones humanitarias
En estos tiempos de sequías, inundaciones, tormentas, terremotos, epidemias y guerras, son frecuentes las noticias que describen el alcance y consecuencias de esas tragedias. Son desgarradoras las cifras de las víctimas mortales, los heridos, las pérdidas de propiedades, los desplazados de sus hogares, la falta de alimentos, la propagación de enfermedades y la destrucción de medios de sustento. Es usual a ese respecto que cuando uno de esos eventos involucra países desarrollados o de ingresos medios, las personas afectadas se cuenten en decenas, cientos o a lo sumo miles. Pero cuando el evento incide sobre un país que está entre los más pobres del mundo, es común que se cuenten en cientos de miles o en millones.
Esa diferencia puede atribuirse a la propia pobreza. Al carecer de sistemas eficaces de salud pública, de estándares adecuados de construcción y de procedimientos de prevención, mitigación y control de desastres naturales, y al ser propensas a conflictos tribales y violencia sectaria, la vulnerabilidad de las naciones pobres es lógicamente mayor que la de las naciones avanzadas.
Pero existe al parecer una explicación adicional para esa diferencia. Su causa se encuentra en las debilidades de los mecanismos oficiales de recolección y difusión de informaciones. Llama la atención en ese sentido que gran parte de los datos relacionados con la magnitud y efectos de los eventos catastróficos, sean éstos de origen natural o provocados por seres humanos, proceden de organizaciones humanitarias de diversas clases, las cuales las recopilan o estiman en el curso de sus trabajos de ayuda, y las suministran a medios de prensa, gobiernos extranjeros y organismos internacionales.
Evaluaciones acerca de esos datos revelan duplicidades y métodos imprecisos de cálculo y proyección. Pero también han detectado una propensión a exagerar la gravedad de los acontecimientos, con el propósito de promover y justificar donaciones y aportes de fuentes privadas y públicas.