×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

Nómina robótica

Debido a su nuevo ingrediente de inteligencia artificial, los robots lucen ser ahora mucho más peligrosos y amenazantes

Si nos dejáramos llevar por la imaginación, podríamos vernos haciendo una de nuestras habituales visitas a una farmacia. Llegamos buscando al dependiente que conocemos desde hace años, con quien solemos conversar acerca de cosas como el estado del clima, la nutrición, las escuelas o los problemas de los servicios públicos. Y de repente nos encontramos con un robot que ocupa ahora su lugar. Por supuesto, lo mismo podría sucederle a alguien que nos visitara en nuestros lugares de trabajo, y encontrara a una máquina haciendo lo que antes nosotros hacíamos.

Debido a su nuevo ingrediente de inteligencia artificial, los robots lucen ser ahora mucho más peligrosos y amenazantes. Cuando eran brutos, parecían menos preocupantes. Pero si son inteligentes, nada impide que lo sean más que nosotros, y que hagan nuestro trabajo mejor y, sobre todo, más barato.

No sorprende que en los países tecnológicamente más adelantados, donde el impacto económico se sentirá primero y con más fuerza, se estén barajando medidas a fin de compensar las consecuencias. Una de ellas es un gravamen sobre los robots que las compañías utilizan. Si ellas antes retenían impuestos sobre los sueldos y hacían pagos a la seguridad social, pues que paguen también sobre esos robots intrusos y desalmados.

Pero las máquinas, en realidad, vienen quitando trabajos a las personas desde hace mucho tiempo, sin que se les haya aplicado un impuesto compensatorio. Por ejemplo, una excavadora puede haber reemplazado a muchos obreros que trabajaban con picos y palas. Y en una cadena industrial de montaje, los equipos arman productos, los pintan, los empacan y los almacenan.

La diferencia es la inteligencia artificial. Si las máquinas serán inteligentes, podemos suponer que tendrán forma humana, hasta con uniformes, voces y capacidad de ir de un lado a otro. Su competencia parece, por lo tanto, más personal y deliberada, justificando que nos defendamos como si se tratara de asaltantes que intentan despojarnos de nuestros bienes.

TEMAS -

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.