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Con fondos de pensiones: "Hay que invertir más en el desarrollo del país, que puedan generar más trabajos y más divisas"

Entrevista con Diego Valero Carreras, doctor en economía, y presidente del Grupo Novaster, de España

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Con fondos de pensiones: Hay que invertir más en el desarrollo del país, que puedan generar más trabajos y más divisas
Foto tomada durante la entrevista realizada a través del sistema de Skype. El doctor Diego Valero Carreras ofrece las declaraciones desde su despacho, en su hogar en Madrid.

En una reunión virtual, como mandan los tiempos del COVID-19, y los imperativos de la distancia de 6,692 kilómetros entre Santo Domingo y Madrid, se realiza la presente entrevista con el doctor en economía, el español Diego Valero Carreras.

Presidente del Grupo Novaster, Valero Carreras es un experto en fondos de pensiones.

La firma Novaster, que preside, es una consultora sobre temas de fondos de pensiones, con oficinas en Madrid, Barcelona y Vitoria, en España, y presencia en América Latina, desde San José de Costa Rica, Ciudad de Panamá, Lima y Perú.

P. En República Dominicana se ha creado un sistema de pensiones, muy criticado, basado en la capitalización individual, pero que también sobre el mismo se ha planteado un retiro anticipado de un 30%. ¿Cómo usted ve el panorama en República Dominicana?

R. Lo fundamenta sobre los fondos de pensiones y en general sobre la seguridad social, es que todos los países deberían tener un buen sistema, porque es la garantía de que cuando seamos ancianos podamos seguir viviendo con una cierta dignidad. Ya no es tanto cual es el modelo, sino como se instrumenta en cada sociedad.

Entonces, partiendo de la imperiosa necesidad de tener un buen sistema de seguridad social, y teniendo claro que la República Dominicana tiene un sistema incompleto, que tiene fallas, también le diría que tenemos que tratar con un doble análisis.

Por una parte, es lógico que la gente que está sufriendo pida recursos de donde sea. Pero desde mi punto de vista es un error que esos recursos provengan de los ahorros que tienen para su retiro, porque lo que se está haciendo es que sean los trabajadores los que asuman el costo de la crisis, cuando en todo el mundo son los estados los que están ayudando a la población.

La solución no está en “anticipo mis fondos ahora y me quedo sin fondos para luego”, sino que la cuestión está en cómo el Gobierno, con los recursos que está recibiendo, incluso del Fondo Monetario Internacional, pueda ayudar a que la economía no se paralice, y a que todas las personas que están sufriendo puedan tener subsidios que les permita sobrevivir a la crisis.

Y luego, por supuesto, hay que mejorar el sistema.

P. ¿Se ha dado en otros países ese debate sobre un retiro anticipado?

R. Sí, hay algunos países. Pero en todos de momento está venciendo la cordura, en el sentido de que con la pensión básica no se hace ningún anticipo.

El único país que lo ha aceptado es Perú. Pero el Perú tiene un sistema de pensiones que no se puede llamar casi ni de pensiones, porque es un sistema que hace cinco años permitió la retirada completa del dinero. Y el 95% de las personas retiró el dinero, y en dos años lo había gastado todo, y ya no le quedaba para su pensión.

Además, hay un error de base en la propuesta de retirar, ya sea el 20% o el 30%. Porque parece que eso llegará a todo el mundo, como el maná caído del cielo para muchísima gente.

Y la verdad es que eso va a afectar... o sea, gente que va a llegar a tener tres salarios mínimos, es decir, 24 mil pesos.

Habrá un millón de personas, pero el resto no va a llegar ni a eso.

Y los que van a llegar son los que tienen mejores salarios y son los que menos lo necesitan, que son los que han ahorrados en las AFP.

P. No son las personas que están en la informalidad, que casi representan el 50% de la población trabajadora.

R. Exacto. Y esos no tienen ahorros en las AFP.

P. Pero ¿qué significaría para la economía la entrada de todo ese dinero, de golpe y porrazo?

R. Si eso se diera, vamos a tener un 5% más PIB en liquidez adicional, en el caso de República Dominicana. Y directo hacia el consumo, con una oferta que está estancada, que no crece.

Por lo tanto, evidentemente, eso significa que habría inflación y problemas de tasa de cambio.

Leí las declaraciones del gobernador del Banco Central, sobre que asemejaba el efecto de esa inyección brutal de liquidez durante la crisis de Baninter, en su día.

No sé si sería así, o no. Pero yo estaba en el país cuando lo de Baninter. Yo llegué a la República Dominicana cuando la tasa de cambio era de 15 pesos.

P. Llegó a 69 pesos.

R. Si, claro. No queremos que eso pase ahora. Para la economía es nefasto porque genera tensiones inflacionarias, genera alteraciones en la tasa de cambio y genera necesidad de financiación del Estado y del Banco Central.

Porque si pierden a su principal financiador, que son los fondos de pensiones, ¿quién le va a financiar?

Van a tener que salir a buscar financiamientos, con las alteraciones que eso puede suponer sobre la tasa de cambio.

Por lo tanto, se mida como se mida, es una mala idea.

P. En el contexto en que los legisladores impulsan la propuesta, con unas elecciones presidenciales y legislativas para el 5 de julio, parece obligado vincular la iniciativa a un interés político.

R. Está claro. Yo creo que, si no se tuvieran elecciones ahora, a nadie en su sano juicio se le habría ocurrido una idea como esta, porque es una medida mala.

¿Pero qué sucede? Es una medida que se vende bien.

Yo sigo un poco las redes, y veo que la gente dice: “vale, todo lo que quieran, pero denme mi 30%”.

Porque entiendo que la gente está sufriendo, y alguien le ha prometido que con eso se arreglaban los problemas.

Pero es que con eso no se arreglan los problemas, al contrario, se crean más.

P. República Dominicana ha pasado por varias crisis. Está la de la década perdida de los 80, la crisis de los 90, la crisis del 2003, la de la Gran Recesión del 2009, y ahora la de la pandemia del COVID-19. Son crisis como cada 10 años, y siempre se dan grandes tasas de inflación y de devaluación. Pero los fondos de pensiones del país son en pesos dominicanos, no en dólares, ni en euros. ¿Cuáles amenazas representan esas grandes crisis al poder adquisitivo de los fondos de pensiones, cuando las personas lo reciban durante sus retiros?

R. Creo que, a diferencia de otras crisis, esta no va a generar tensiones inflacionarias importantes.

Pongo el ejemplo siguiente: En la Gran Recesión teníamos el cuerpo con osteoporosis, y los huesos estaban desgastados y se deshacían solos. Y la medicina para recuperar los huesos fue muy dura.

Ahora, lo que nos ha sucedido, es que el hueso estaba sano. Pero nos tropezamos, nos caímos, y nos rompimos el hueso. Entonces, la ruptura del hueso se cura con inmovilización durante un tiempo y luego, poco a poco, con ejercicios, en tres meses, cuatro meses. Puede que en un año el hueso vuelve a estar perfecto.

Creo que, por una parte, no va a generar tensiones inflacionarias. De hecho, la gran preocupación ahora en el mundo es todo lo contrario, es la deflación. Estamos viendo cómo está el petróleo.

Y luego, la otra parte es que, en las bolsas en el mundo, las inversiones a largo plazo siempre suben. Hay accidentes, pero al final, en el largo plazo siempre suben.

Por tanto, creo que es muy importante para el país controlar la inflación y la tasa de cambio, y eso es tarea del gobierno y del Banco Central. Eso es fundamental, como usted muy bien decía, no pierdan valor los fondos.

P. Pero como República Dominicana depende tanto del sector externo, esta crisis importa demasiado. Esa situación ha llevado a una devaluación significativa de la tasa de cambio en un tiempo muy pequeño. ¿Cómo se incluiría eso en el análisis?

R. Sí. Claramente, la tasa de cambio en un país que depende tanto del exterior... Los fondos de pensiones están haciendo algo positivo que es financiar al Estado para que no se tenga que financiar fuera.

Pero yo creo que, en cuestiones como estas, y es una de las cosas que se pueden empezar a pedir a los fondos de pensiones cuando todo esto acabe, es que poco a poco se vaya incrementando las inversiones en la economía productiva local. Creo que eso hay que irlo aumentando, hay que invertir en el país, hay que invertir en las empresas del país, para que eso se pueda desarrollar.

P. La mayor parte está en títulos del Gobierno y del Banco Central.

R. Claro. Pero hay que ir poco a poco bajando lo que está ahí. Y poco a poco aumentando.

Sé que algunos fondos de pensiones invirtieron en hoteles. Eso está bien en la medida en que se favorece una de las principales fuentes de atracción de divisas del país, que es el turismo, y que además da trabajo a mucha población.

Eso es magnífico. Creo que la gran suerte que tenemos en el país es que ya un 15% del producto interno en fondos de pensiones, y eso va a seguir creciendo, y que lo que hay que exigir es que parte de eso se vaya invirtiendo cada vez más en el desarrollo del país, que puede generar mejores y más trabajos y más entrada de divisas.

Y, sobre todo, ahora que lo estamos viendo en todo el mundo, como una crisis de este nivel, la crisis sanitaria nos está llevando... por ejemplo, acá en España, nos hemos encontrado que no teníamos test para el virus, no teníamos mascarillas, no teníamos nada, y hemos tenido que comprarlo todo a un precio desorbitado, y en muchas ocasiones, malos.

Entonces, las empresas españolas están mutando a poder fabricar a lo interno cosas de estas que son necesarias.

La República Dominicana tiene que empezar a producir, a tener una producción estratégica para el país, de forma tal que eso pueda permitirle afrontar mejor este tipo de crisis.

¿Y quién puede ser el gran financiador de todo eso? Los fondos de pensiones, indudablemente.

P. Hay una crítica que se le hace a las administradoras de los fondos de pensiones, y que genera mucha furia en el contexto en el que se plantea el desmonte de un 30%, para entregárselo a las familias y que estas puedan afrontar los costos para sobrevivir bajo la pandemia del COVID-19. Tiene que ver con la diferencia de rentabilidad tan notoria entre las de los afiliados y las de las AFP. ¿Realmente se justifica que las AFP perciban una tasa de rentabilidad de más de cinco veces que las que ganan los afiliados?

R. Yo no estoy de acuerdo, aunque eso sea así, porque se miden cosas distintas. Las tasas de rentabilidad de las AFP se miden sobre el capital que les obligó la Ley a tener constituido. Y ese capital es relativamente pequeño.

Lo que hay que medir es la rentabilidad que tienen las AFP sobre los fondos que administra, no sobre el capital social que tiene. Y en ese sentido, las comisiones que ahora están topadas al 1.2%, y van a ir bajando hasta el 0.75% ... Dicho de otra forma, yo estoy encantado de pagarle un 1.2% cada año a mi AFP, si yo gano un 10%, que es lo que está sucediendo en el país.

Pero no se compara así. Se compara de forma que se hace sobre una medida que es el capital que tuvieron que poner las AFP. Eso es lo que los economistas llaman “return on equity” (rendimiento del capital) que es el ROE. Y que no es la misma medida que el “return on investment” (retorno sobre la inversión), el ROI, que es la medida que estamos haciendo sobre las inversiones.

Por lo tanto, yo creo que es un problema de medidas.

Yo hice unos números en sus días, y no creo que varíen mucho. Pero realmente por cada afiliado que tiene una AFP, está ganando 60 pesos al mes la AFP. Eso ya no es un 50%.

Porque si dividimos todas las utilidades que tienen las AFP entre el número de afiliados, al final, las AFP obtienen unas utilidades. Uno puede pensar que son grandes o son pequeñas, pero yo creo que ese cálculo no se hace, por ejemplo, para la banca, para lo ingenios azucareros, o para los supermercados, o para los hoteles.

La banca, que está dando tasas negativas a sus clientes, está teniendo una rentabilidad muy alta, y nadie dice nada sobre eso.

Las AFP son unas entidades que cobran lo que les permite la ley. En ningún momento están saltándose la ley.

P. Claro, pero usted sabe que las leyes son resultados de arreglos políticos.

R. Bueno, claro, por supuesto. Como en todas partes. Pero tenga presente que los niveles de comisiones que tienen las AFP en la República Dominicana son niveles similares a los niveles de todo el mundo.

P. ¿De los que se basan en el sistema de capitalización individual?

R. Si, de capitalización individual. Y más baratos que muchos sistemas de repartos.

Sobre los sistemas no hay una estadística clara, y hay que ir indagando caso por caso. Pero yo le diría que el promedio de lo que cobran las entidades de capitalización individual en el mundo puede estar entre un 0.8% y un 1.5%, aproximadamente.

Quiero decirle que en República Dominicana no son especialmente altas. Lo que sucede es que el capital que les pidió la Ley es bajo.

Entonces, claro, al dividir las utilidades con respecto al capital, salen tasas altísimas.

Pero si eso lo llevamos como le decía, a cuánto gana cada AFP por cada afiliado, entonces estamos hablando de 50 o 60 pesos.

P. Pero se entiende que, si el capital es bajo, las AFP tienen menor gasto de inversión.

R. No. Las AFP tienen que cumplir una serie de requisitos legales, informáticos, de atención al cliente.

Otra cosa es si lo hacen mejor o peor. Pero quiero decirle que entiendo que desde el punto de vista de lo que son las utilidades que están recibiendo, más o menos, después de impuestos, están en 40 puntos básicos con relación a la comisión que perciben. Claro, dividido por el capital, que es bajito, si sale muy alto.

Y entiendo que, si eso no se explica bien, puede enfadar a la población. Eso yo lo entiendo.

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