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El ritmo que nos hemos acostumbrado a esperar

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El ritmo que nos hemos acostumbrado a esperar

Por segundo mes consecutivo, el mercado laboral estadounidense ha decepcionado, de nuevo surgen interrogantes acerca de si la recuperación económica está verdaderamente arraigada. Las nóminas no agrícolas subieron apenas 115,000 en abril desde marzo. Mientras que la tasa de desempleo disminuyó a 8.1%, la más baja desde principios del 2009, de 8.2%, pero lo hizo por las razones equivocadas: la fuerza laboral (los que trabajan o buscan trabajo) disminuyó en 342,000.

Las nóminas privadas crecieron 130,000, pero la gubernamental disminuyó, en cierta forma una recaída debido a que la austeridad estatal y local que había creado un lastre en los últimos dos años había mostrado señales de mejorar este año. Sin embargo, las nóminas de manufactura si subieron, lo que sugiere que el sector industrial, en especial las exportaciones, permanecen esperanzadores. El empleo en el sector minorista también mostró recuperación, lo que sugiere que el reciente aumento de los precios de los combustibles, a cerca de $4 por galón, todavía no ha afectado a los consumidores.

Uno de los aspectos más preocupantes de este informe es que la contracción de la fuerza laboral significa que solo un 63.6% de los adultos en edad de trabajar están ahora trabajando o buscando trabajo. Esa es la tasa de participación más baja en varias décadas. En parte esto podría ser debido a que los trabajadores desencantados han dejado de buscar empleo; la llamada "tasa de subempleo", o tasa U-6 para los expertos en datos, se mantuvo en 14.5% en abril. Pero en realidad esta tasa desde septiembre se ha desplomado más rápidamente que la tasa general de desempleo, de manera que la historia es más fundamental que pésimas perspectivas de trabajo: es una preocupante señal de desaceleración del crecimiento potencial de la economía.

Ahora por el lado positivo (tal como es). Las personas se empezarán a preguntar si la economía está a punto de estancarse como lo hizo en el segundo trimestre del año pasado y del año anterior. No lo creo. El informe es mayormente decepcionante debido a que es el segundo mes consecutivo de un crecimiento del empleo por debajo de 200,000. Del lado positivo, el empleo de los dos meses anteriores fue revisado al alza en un proceso acumulativo de 53,000. Y más importante otros datos sobre la economía no muestran señales de una repentina disminución; las reclamaciones de seguros por desempleo disminuyeron la semana pasada, la actividad de compras de los gerentes de fábricas repuntó en abril, el mes pasado las ventas de vehículos permanecieron fuertes, y la bolsa de valores en gran parte mantiene sus ganancias a la fecha. Más importante aún, es difícil encontrar una razón fundamental para tal caída: el aumento de los precios de los combustibles se ha detenido, y no fue tan severo como el año pasado; la crisis europea todavía no ha afectado los mercados estadounidenses en la manera que lo hizo en años anteriores; y mientras que el acantilado fiscal se cierne a final de año (ver artículo en la edición de esta semana) es difícil imaginar que tenga algún impacto ahora.

De manera que esperaremos por más análisis que sospecho mostrarán que los dos últimos meses sencillamente ha sido retribución por un fuerte crecimiento insostenible a principios de año debido a un invierno benigno y a ruido estadístico relacionado a ajuste de temporada. La economía está creciendo pero no lo suficientemente fuerte para aplacar las expectativas de que la Reserva Federal tendrá que actuar de nuevo - recuerde que Ben Bernanke, su presidente, sugirió que las predicciones del Fed son consistentes con 150,000 a 200,00 empleos por mes. Y ciertamente no es suficientemente fuerte para asegurar la reelección de Barack Obama, cuyas encuestas, al igual que la bolsa de valores, parecen subir y bajar con cada fluctuación de los datos económicos.

Mientras que la tasa de desempleo disminuyó a 8.1%,

la más baja desde principios del 2009, de 8.2%,

pero lo hizo por las razones equivocadas:

la fuerza laboral disminuyó en 342,000.

Las nóminas privadas crecieron 130,000,

pero la gubernamental disminuyó,

en cierta forma una recaída debido a que

la austeridad estatal y local que había creado

un lastre en los últimos dos años

había mostrado señales de mejorar este año.

© 2012 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved. De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com