Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
economia

Envalentonado, Trump busca venganza después de la absolución

Desde que sus aliados republicanos en el Congreso lo declararon libre de todo comportamiento indebido, Trump ha castigado a testigos claves

Expandir imagen
Envalentonado, Trump busca venganza después de la absolución
Trump abruptamente retiró la nominación de Jessie Liu, una fiscal federal de alto rango.

El presidente pone a prueba sus poderes mientras interviene en nombre de amigos y en contra de enemigos

Justo antes de votar para absolver a Donald Trump en su juicio de destitución el mes pasado, Susan Collins, una senadora republicana, dijo que ella creía que el presidente estadounidense había “aprendido” del caso y “sería mucho más cauteloso” en el futuro.

Pero las palabras de la Sra. Collins ahora resuenan huecamente: las esperanzas de que el Sr. Trump muestre una mayor moderación después de su ‘roce’ con la destitución de su cargo por presunto abuso de poder en los tratos con Ucrania han probado ser infundadas en tan sólo una semana.

Desde que sus aliados republicanos en el Congreso lo declararon libre de todo comportamiento indebido, el Sr. Trump ha castigado a testigos claves y ha denunciado a los fiscales federales que buscaron una sentencia de nueve años para Roger Stone, el viejo amigo del presidente que fue condenado en un caso derivado de la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016.

La conducta posterior a la absolución del Sr. Trump ha avivado las críticas de que el presidente estadounidense está socavando el Estado de derecho al comienzo de una campaña de reelección en la que tiene buenas posibilidades de asegurarse otros cuatro años en el cargo.

“El presidente simplemente se ha envalentonado: sistemáticamente está vengándose de todas las personas a las que culpa por haber sido acusado en el juicio político”, dijo Laurence Tribe, un profesor de derecho en la Universidad de Harvard.

“Incluso cuando el fiscal general estaba muy cerca del presidente, como en el caso de Robert F. Kennedy, el Departamento de Justicia siempre ha mantenido cierta independencia de los aspectos más sórdidos de la política, pero hemos entrado en una fase totalmente diferente”, él comentó.

La decisión que tomó esta semana William Barr — el fiscal general estadounidense que se ha ganado una reputación de mostrar una feroz lealtad hacia el Sr. Trump — de buscar una sentencia de cárcel más corta que la recomendada originalmente para el Sr. Stone, ha elevado estas preocupaciones.

Los cuatro fiscales de profesión que determinaron la condena del Sr. Stone en el juicio abandonaron el caso en protesta el martes cuando el Departamento de Justicia públicamente repudió su recomendación de sentencia.

La intervención fue alentada por el Sr. Trump en un tuit el miércoles. “Felicitaciones al fiscal general Bill Barr por hacerse cargo de un caso que estaba totalmente fuera de control y que tal vez ni siquiera debería haberse presentado”, escribió el presidente.

El Sr. Trump también ha indicado que sigue considerando la posibilidad de otorgar un indulto presidencial para el Sr. Stone, así como para Michael Flynn y para Paul Manafort, sus otros exasesores condenados como resultado de la investigación de las elecciones de 2016.

Y, causando aún más asombro, el Sr. Trump abruptamente retiró la nominación de Jessie Liu, una fiscal federal de alto rango que había supervisado el caso Stone hasta el mes pasado, a un importante cargo en el Departamento del Tesoro.

Las acciones del Sr. Trump desencadenaron una ola de ataques por parte de los legisladores demócratas. “Estamos presenciando una crisis en el Estado de derecho en EEUU, diferente a todo lo que jamás hayamos visto”, comentó Chuck Schumer, el senador demócrata de Nueva York. “Es una crisis creada por el presidente Trump. Y fue habilitada y envalentonada por cada republicano del Senado que tuvo demasiado miedo de enfrentársele”.

Los funcionarios de la Casa Blanca apoyaron al presidente. “Ahora que el juicio político ha terminado, ahora que lo de Rusia se ha terminado, ahora que el engaño de colusión ha terminado y la farsa del juicio político ilegítimo ha terminado, los demócratas están buscando algo más a lo que aferrarse porque no quieren hablar sobre las políticas exitosas de este presidente”, dijo Hogan Gidley, el subsecretario de prensa de la Casa Blanca.

La defensa del Sr. Trump de sus exasesores surgió tras días de controversia después de su absolución del juicio político, cuando el presidente despidió al teniente coronel Alexander Vindman, un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) que testificó en el juicio político, así como a su hermano, Yevgeny Vindman, también miembro del personal del NSC. Los actos de retribución continuaron cuando el presidente estadounidense despidió a Gordon Sondland, el embajador de EEUU ante la Unión Europea (UE) y uno de sus previos donantes, quien informó al Congreso acerca de la campaña del Sr. Trump para presionar a Ucrania con el fin de que investigara a Joe Biden, el ex vicepresidente, y a su hijo Hunter por sus asuntos de negocios en el país.

El Sr. Tribe, de la Universidad de Harvard, señaló que la legalidad de los despidos era “dudosa”, pero que era “casi imposible” esperar que el Departamento de Justicia los cuestionara.

Las preocupaciones en cuanto a la creciente sensación de impunidad del Sr. Trump aumentaron después de que el equipo legal del presidente argumentó durante el juicio de destitución que el presidente estadounidense debería beneficiarse de amplios poderes ejecutivos en contextos tanto internacionales como nacionales.

Alan Dershowitz, uno de los abogados externos del Sr. Trump, llegó al extremo de afirmar que no se debe acusar a los presidentes por actuar para asegurar su propia reelección si creían que redundaría “en el interés público”.

Stephen Griffin, un profesor de derecho en la Universidad de Tulane, dijo que la imagen que estaba surgiendo del comportamiento del Sr. Trump después de su absolución era “muy inquietante” y que reflejaba la creencia del Sr. Barr en una teoría del “ejecutivo unitario”.

“Según esa teoría, Barr necesita ayudarlo, no restringirlo”, explicó el Sr. Griffin. “Si el presidente puede intervenir en nombre de sus amigos, ¿por qué no puede ordenarles que persigan a sus enemigos?”.

El Sr. Tribe señaló que aún había esperanzas de que el poder judicial federal pudiera seguir sirviendo de control sobre el poder del Sr. Trump, y que una prueba crucial sería si el juez en el caso contra el Sr. Stone aprueba la sentencia reducida.

“Mientras los tribunales no estén totalmente subordinados, EEUU no se sumergirá por completo en la oscuridad de una república bananera”, él agregó.

©The Financial Times Ltd, 2020. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.?

Periódico líder de República Dominicana centrado en las noticias generales y el periodismo innovador.