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Brasil emerge como un punto crítico principal de infección mundial del coronavirus

Los expertos predicen que el total de muertes superará las 100,000 en los próximos meses

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Brasil emerge como un punto crítico principal de infección mundial del coronavirus
Paramédicos reciben niño de 10 años con COVID-19.

Es probable que más de 100,000 brasileños fallezcan a causa de Covid-19, según expertos y profesionales de la salud pública que han advertido que la pobreza y la desigualdad social generalizadas del país provocarán un aumento explosivo en los casos.

“No hay duda de que el epicentro de esta pandemia se está trasladando a Brasil. Pero en Brasil la pandemia encontrará una población muy, muy precaria”, explicó Alexandre Kalache, un alto exfuncionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y presidente del Centro Internacional de Longevidad (ILC, por sus siglas en inglés) en Brasil.

“Si continuamos con esta curva, alcanzaremos 120,000 muertes. Podemos llegar al total de EEUU en las próximas semanas”, agregó el Sr. Kalache.

Actualmente, casi 19,000 brasileños han fallecido a causa de la enfermedad, y el país continúa reportando un creciente número de muertes — actualmente alrededor de 900 — diariamente.

Con más de 290,000 casos de infección, se anticipa que la nación más grande de Latinoamérica superará a Rusia para alcanzar el segundo mayor número total de casos a nivel mundial en los próximos días.

“Brasil está teniendo algunos problemas, no hay duda al respecto”, les dijo Donald Trump a los periodistas el martes, y agregó que estaba considerando prohibir los vuelos de Brasil a EEUU.

El aumento ha continuado a pesar de un esfuerzo de meses por parte de los gobernadores estatales para controlar el virus cerrando sus economías y espacios públicos.

“Incluso con todos los esfuerzos realizados hasta ahora, incluyendo la ampliación de la disponibilidad de camas de hospital, será insuficiente para el grado de evolución que estamos teniendo en este momento”, señaló Bruno Covas, el alcalde de São Paulo, quien ha advertido que, al ritmo actual, el servicio de salud de la ciudad colapsará en dos semanas.

La situación ha llevado al Sr. Covas a considerar expandir un confinamiento de dos meses de la ciudad más grande de Latinoamérica para convertirlo en un cierre total, en el que los ciudadanos tendrían prohibido abandonar sus hogares.

“En comparación con otros lugares, es difícil entender por qué existe tanta transmisión de la enfermedad dadas las medidas de distanciamiento social”, dijo Christopher Murray, el director del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) con sede en EEUU.

Un estudio realizado este mes por el instituto proyectó que casi 90,000 brasileños habrían fallecido para principios de agosto como resultado de Covid-19. El mismo estudio mostró que esa cifra, sin embargo, puede aumentar a más de 193,000 dependiendo de las condiciones domésticas.

Dichas cifras se consideran conservadoras dado que ya existe un déficit generalizado en las cantidades de muertes reportadas en las abarrotadas favelas, en los pueblos y en las comunidades de los bosques lluviosos del país.

“No tenemos idea de cuáles son los números reales”, comentó el Sr. Kalache, quien dijo que la pobreza y las deficientes condiciones de vida significan que, en Brasil, incluso las personas más jóvenes son vulnerables a la enfermedad.

“Y hablar de aislamiento social en las favelas es ridículo. La gente está viviendo amontonada”, él comentó.

Brasil se encuentra entre los países más desiguales del planeta. El ingreso mensual promedio para el 1 por ciento superior de la población el año pasado fue más de 33 veces el ingreso promedio del 50 por ciento inferior de la población.

A pesar de que existe alarma debido a la magnitud de la crisis del coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro ha regularmente minimizado la gravedad de la enfermedad, alentando a los brasileños a regresar a las calles y volver al trabajo.

El Sr. Bolsonaro en repetidas ocasiones ha dicho que, con el tiempo, el 70 por ciento de la población de 211 millones de habitantes de Brasil será infectada por el coronavirus y que “no hay forma de escapar de eso”.

Es un enfoque que lo ha puesto en conflicto directo con la mayoría de los gobernadores estatales de Brasil, quienes están manteniendo medidas de distanciamiento social a pesar de la presión del gobierno federal.

“La mayoría de los gobernadores mantendrán el aislamiento social. Creemos que ésta es la única manera. Creemos en la ciencia y en la medicina”, dijo João Doria, el gobernador de São Paulo, el estado más grande y más rico de Brasil.

“Esto es exactamente lo opuesto a lo que recomienda el presidente brasileño Jair Bolsonaro”, señaló el Sr. Doria. “Brasil se enfrenta a dos virus: el coronavirus y el bolsonarovirus”.

Los comentarios fueron compartidos por Flávio Dino, el gobernador del estado norteño de Maranhão, quien dijo: “Bolsonaro insiste en crear confusión. Él lucha contra todos y contra todo excepto en contra del coronavirus”.

“Él quiere pasarle todos los problemas a los gobernadores. Él piensa que los enfermos no son su problema, y quiere culpar a los gobernadores por la recesión y por el desempleo, los cuales ya existían antes de la pandemia”, explicó el Sr. Dino.

El manejo de la pandemia por parte del líder brasileño ya ha provocado la partida de dos ministros de salud. El más reciente, Nelson Teich, fue reemplazado por un oficial militar, quien no tiene experiencia en el campo del cuidado médico ni en el complejo servicio de salud pública de Brasil.

A principios de este mes, el Sr. Bolsonaro también emitió un decreto diciendo que los peluqueros y los gimnasios eran negocios esenciales y que deberían reabrir sus puertas, aunque la demanda fue ignorada por la mayoría de los gobernadores estatales.

La severidad del brote, combinada con la falta de una respuesta política coherente, ha estremecido la confianza empresarial y ha provocado la caída de la divisa. Desde enero, el real ha caído un 32 por ciento frente al dólar. Mientras tanto, los analistas esperan que el producto interno bruto (PIB) caiga un 7 por ciento o más este año.

En una nota de investigación titulada “La casa en llamas de Brasil”, Gavekal Research planteó la posibilidad de una crisis constitucional ocasionada por la “búsqueda de poderes de emergencia para forzar una apertura económica” por parte del presidente.

“El hecho es que tardamos un poco más en reaccionar que nuestros vecinos en Latinoamérica, y todo todavía está muy descoordinado y desorganizado”, dijo Zeina Latif, una prominente economista. “Por eso estamos sufriendo las consecuencias en la economía, pero sin obtener beneficios en términos de preparación del país para esta epidemia. Realmente nos equivocamos en el equilibrio”.

©The Financial Times Ltd, 2020. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.

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